capítulo 5

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Siento una furia intensa, lo único que quiero hacer en esta
vida, aunque sea lo último que haga en la vida, es matarlo.
Quiero deshacerme de él y podré descansar, Quiero asesinar
a todos, no me importa nadie más, ellos me lo han quitado.
Todo lo que amaba está arruinado, no volveré a amar nunca
más, ¿Qué me queda en esta vida? ¡Los voy a extinguir a
todos, no va a quedar nadie! ¡Este desdén que les tengo, no
va a ser en vano!
Toda mi pasión se convertía en un último ardor, era tanto
poder acumulado que me calcinaba la piel, en el fondo merecía ese dolor, ese castigo, pues, no pude proteger a
mamá y papá. Solo estaba decidido en incinerarlo y que
disfrute de su propia muerte… Reuní más del 90% del poder,
era el golpe de gracia. Ya no me queda nadie que me eche de
menos. Voy a morir.
-Oye oye oye, ¿Qué estás haciendo? ¿¡Eres consciente que te
vas a morir!? ¡Estás usando más de tu capacidad! ¡Eres un
necio, imbécil!
-Sí… No me detengas. Si le acierto, ¿Bien por ti, verdad? Eso
es lo que buscabas ¿No?
-¡No quiero que mueras, detente por favor! ¡Ni se te ocurra
hacerlo!
-Que vivas lo suficiente, hijo de perra.
Cuando me di cuenta, mi cuerpo fue atravesado. unas garras
con algo de luz habían traspasado mi estómago, Cada vez
estaba perdiendo las fuerzas, estaba desangrándome, mis
ojos cada vez perdían su brillo característico, quería dormir.
Quería descansar.
No quería irme sin antes asegurarme de enviarlo al otro
mundo, he reunido la fuerza sobrante y aguanté el dolor de
las quemaduras y la abertura. Concentré todo mi poder en
un puño y comencé el ataque… Acerté.
Justo le he acertado en su abdomen si, donde me dió el.
Obtuvo su merecido. Que se pudra en lo peor del infierno.
Ya he caído, cada gota de sangre se inflama, el humo de las
cenizas se desvanecía en el cielo y entre aquel bosque al atardecer. Realmente morí en aquel momento que me
arrebataron todo, era momento de reunirme con ellos…
A lo lejos una luz me esperaba y me deslumbraba, un mal
momento de luces. Me dirijo hacia ella, todo se torna blanco,
percibo una paz inmensa. Al fondo unas siluetas parecían
esperar, en efecto, por fin pude verlos de nuevo. Me acerqué
y mientras más pasaba el tiempo, mi piel era como antes, no
pude aguantar mi llanto. Eran lágrimas de felicidad. Esas
sombras se veían de espaldas, no puedo verles la cara pero
me comenzaron a decir cosas.
-¿Así que lo hiciste?
-Sí… Perdón por aparecer repentinamente…
-Sea lo que haya pasado, no puedes morir aún.
-Mi cuerpo está destrozado, él traspasó todos mis órganos
vitales, no puedo regresar. Quiero quedarme con ustedes…
-Eres muy joven Joshua, te queda mucho por vivir. Hazlo por
nosotros, estamos orgullosos, sería una pena, tienes que
dejarnos marchar.
Sin darme tiempo a reaccionar y comprender, unas manos
que aparecieron en la oscuridad, me agarraron y me
empezaron a arrastrar hacia atrás. Cada vez esas figuras
estaban más lejos y fuera de mi alcance, tenía miedo.
Cuando abrí los ojos, el bastardo que odiaba me estaba
curando, estaba confundido ¿Eso significa que reviví?
Parecía estar desesperado, ¿Tanto le importo yo? Él estaba
llorando, lágrimas de angustia con ese color negro…
-¿De verdad ha funcionado? Está vivo de verdad… Que
alegría…
-¿Por qué lo hiciste sabiendo que te odio? O mejor dicho,
¿Cómo lo hiciste?
-Realmente eres un idiota… Yo soy el que te debería odiar.
No quería perder a la única persona que me quedaba.
Funcionó gracias a que compartimos el mismo cuerpo, si te
mueres tu, me voy contigo. Te presté parte de mi poder para
cicatrizar los órganos destrozados, da las gracias que haya
funcionado. Ahora dime, ¿De verdad piensas que no soy
consciente de tu dolor sabiendo que yo estoy igual?
Nosotros somos iguales y odiamos a la misma persona…
-Luego daré mi opinión, primero vamos a quitarnos de
encima a esa desgracia con patas. Pero aún no me fío de ti,
no te ilusiones.
Vaya, quien iba a pensarlo, odias a una persona y te salva la
vida. Que sorpresas te da la vida. Sacrificar parte de su
energía y dársela a un infeliz como yo. Si somos la misma
persona, tengo que empezar a valorarme a mí mismo, soy un
estupido.

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