Musos

192 70 26
                                    


En el quieto laberinto
de un luto astrífero,
tu voz emerge,

en la helada bruma
vibrante espectro.

Trazas liras
con la precisión de un orfebre;
cada latir un cosmos,
cada pausa una fiebre.

Bajo el perlado ojo, casi etéreo,
exhuman tus manos
a los sueños sin nombre.

Danzan en pluma figuras de ébano,
sobre el papel encarnan rosas negras
en la profundidad de la eterna noche.

Hablas de lo mundano
con sublime delicadeza;
cada estrofa una vida,
cada rima un destino.

Tejes entre lo simple y lo divino;
el amor, el dolor, el crepúsculo
y el alba de un camino.

Como serpientes de líquida plata,
límpidas y oscuras,
surcas mis recónditos valles;

resonando en la memoria
de las piedras y el musgo.

En el canto del aire,
en el murmullo del río,
hallo tus secretos;
mi santuario y desafío.

Eres puente sobre cimientos,
puerta en la encrucijada,
lazos del espíritu y pensamiento.

Tu legado, brújula dorada.
...
Vigía constante,
perpetuo
entre la prosa y el verso.

Dedicado a Hernando Quintero y Rodrigo Nicolás Zamora

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Dedicado a Hernando Quintero y Rodrigo Nicolás Zamora. Mis musos y amigos.
Nicolas_Melian
También a UnaPibaMasi

Diario de invierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora