Los días sin ti || TomJake Campamento desventura (Tom ver)

#1

Primer mes

El sonido insistente del celular de Tom cortó el aire de la mañana, pero él lo ignoró deliberadamente. Era Jake, como siempre. Tom se abrochó la camisa del uniforme policial con gesto serio, evitando mirar la pantalla iluminada por el mensaje no leído. Se había vuelto una rutina, una forma de evitar enfrentar la tormenta de emociones que cada mensaje de Jake desencadenaba.

Tatsu, su compañera de patrulla, lo observó con curiosidad mientras se ajustaba el cinturón. "¿Otra vez Jake?", preguntó con tono comprensivo.

Tom suspiró, sin ganas de esquivar la pregunta esta vez. "Sí, pero... ya sabes cómo es."

"Tienes que enfrentarlo en algún momento, Tom", sugirió Tatsu, mientras se colocaba su gorra. "Ignorarlo solo te está haciendo más daño."

"Lo sé", admitió Tom, "pero... no estoy listo todavía."

Tatsu asintió con empatía, pero sabía que no podía presionar más a su colega. Comenzaron su turno en silencio, con Tom perdido en sus pensamientos. Recordaba los días en que Jake era su todo, cuando su amor parecía la respuesta a todas sus preguntas. "Jake me enseñó a aceptarme a mí mismo", murmuró para sí mismo. "Me hizo creer en la felicidad..."

Mientras conducían por las calles, las luces intermitentes de la ciudad se reflejaban en los ojos de Tom, pero su mente estaba lejos. Recordaba los buenos momentos, las risas compartidas y las promesas de un futuro juntos. Pero Jake también había traído dolor, un remolino de incertidumbre que amenazaba con ahogarlo. "No puedo confiar en nadie", se repitió Tom, sintiendo un nudo en la garganta. "El amor duele."

El día transcurrió entre llamadas de emergencia y el bullicio de la ciudad. Tom se esforzó por concentrarse en su trabajo, en las responsabilidades que lo mantenían ocupado. Sin embargo, el eco de la relación fallida con Jake resonaba en cada momento de calma.

Al caer la noche, Tom finalmente cedió y revisó los mensajes acumulados de Jake. "Lo siento", "como has estado?", El corazón de Tom se apretó al leer las palabras, pero se obligó a cerrar la conversación sin responder.

Tatsu lo observó en silencio cuando guardó el teléfono, notando la lucha interna en sus ojos cansados. "¿Quieres hablar de ello?", preguntó suavemente.

"No sé qué decir", admitió Tom, su voz apenas un susurro en la oscuridad. "Siento como si estuviera perdiendo una parte de mí mismo, pero también... siento que necesito dejarlo ir."

Tatsu asintió con comprensión. "A veces, soltar es la única forma de encontrar la paz", ofreció.

Mientras patrullaban las calles nocturnas, Tom se sintió atrapado entre el peso del pasado y la incertidumbre del futuro. El sonido distante de sirenas llenaba el aire, pero en su mente resonaban las palabras no dichas, las promesas rotas y los sueños perdidos.