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"Vuelve a llamar, vuelve a llamar," suplicaba Tom en voz alta, casi a gritos. La desesperación se apoderaba de él. Jamás supo cómo dar el primer paso, así que ahora dependía de que Jake volviera a llamar, aunque sabía que sería ilógico esperar eso después de haberlo ignorado durante los últimos dos años.

Se levantó y empezó a caminar de un lado a otro en la pequeña sala de su apartamento, la ansiedad creciendo con cada paso. Sus pensamientos se arremolinaban, una mezcla de arrepentimiento, esperanza y miedo. ¿Qué habría querido decirle Jake? ¿Por qué había llamado ahora, después de tanto tiempo?

Nada estaba bien, y Tom ya ni siquiera podía fingirlo. La culpa y el dolor de su ausencia en la vida de Jake lo habían consumido por completo. Miró su teléfono nuevamente, esperando alguna señal, algún mensaje, pero la pantalla permanecía en silencio, sin ninguna notificación.

Tom se sentó en el borde de la cama, tomando una profunda respiración, tratando de calmarse. Sabía que debía hacer algo, cualquier cosa, para intentar arreglar la situación. Pero ¿cómo empezar después de tanto tiempo? ¿Y si Jake no quería hablar con él?

Después de varios minutos de incertidumbre, decidió tomar una acción. Abrió la aplicación de mensajes y comenzó a escribir:

"Jake, soy Tom. Vi tu llamada y lamento no haber respondido a tiempo. Realmente necesito hablar contigo. Por favor, si tienes tiempo, llámame de nuevo. Siento mucho todo lo que ha pasado. Espero que podamos hablar pronto."

Envió el mensaje y se quedó mirando la pantalla, con la esperanza de ver las tres pequeñas burbujas que indicaban que Jake estaba escribiendo una respuesta. Pero la respuesta no llegó. Minutos, que se sintieron como horas, pasaron y nada.

Tom sintió el peso de sus errores más que nunca. Había permitido que el miedo y la inseguridad lo alejaran de la persona que más amaba. Ahora, enfrentaba las consecuencias de sus acciones, solo y lleno de remordimiento.

Tom volvió a recostarse en su cama, exhausto emocionalmente. Cerró los ojos, tratando de encontrar algún consuelo en el silencio de su habitación. Pero la paz no llegaba, y las preguntas seguían girando en su mente. ¿Qué habría querido decirle Jake? ¿Por qué había llamado después de tanto tiempo?

Mientras se sumergía en sus pensamientos, se prometió a sí mismo que, si Jake volvía a comunicarse, no dejaría pasar la oportunidad. Hablaría con él, explicaría todo lo que sentía y pediría disculpas sinceras. Aunque no sabía si Jake estaría dispuesto a escucharlo, al menos sabía que debía intentarlo.

La tarde se desvaneció lentamente, y la noche comenzó a caer. Tom seguía aferrado a su teléfono, esperando, deseando una respuesta. Sabía que el camino hacia la redención sería largo y complicado, pero estaba dispuesto a recorrerlo, paso a paso, esperando que, en algún momento, Jake pudiera perdonarlo y encontrar la paz que ambos necesitaban.

Los días sin ti || TomJake Campamento desventura (Tom ver)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora