Los días sin ti || TomJake Campamento desventura (Tom ver)

#2

Tercer mes

El tercer mes después de la última comunicación con Jake pesaba sobre Tom. Aunque los mensajes eran casi escasos, el vacío persistía. Se esforzaba por seguir adelante con su vida, pero cada día se sentía como una farsa, una actuación en la que pretendía estar bien mientras su corazón se desmoronaba en silencio.

Una tarde, mientras patrullaban las calles, Tatsu notó la mirada perdida de Tom y decidió romper el silencio tenso que los rodeaba. "¿Cómo estás, Tom?", preguntó con suavidad.

Tom suspiró, mirando por la ventana hacia el paisaje urbano que pasaba. "Lo estoy intentando, Tatsu. Pero... siento que me estoy perdiendo a mí mismo."

"¿Te has permitido sentir lo que necesitas sentir?" Tatsu miró a su amigo con preocupación genuina.

"No lo sé", respondió Tom, su voz quebrándose levemente. "A veces siento que estoy bien, y otras... me siento completamente vacío."

La noche cayó lentamente sobre la ciudad, y Tom regresó a su apartamento. Se sentó en el borde de la cama, observando el teléfono que permanecía en silencio sobre la mesita de noche. Por un momento, sintió el impulso de marcar el número de Jake, pero el recuerdo de las últimas semanas sin respuesta lo detuvo.

"¿Cómo llegamos a esto?" murmuró Tom en la quietud de su habitación vacía.

Días pasaron y Tom se aferraba a su rutina diaria, como si el movimiento constante pudiera alejar el dolor. Sin embargo, las noches eran lo peor. Se encontraba despierto en la oscuridad, su mente regresando sin descanso a los recuerdos compartidos con Jake. Los momentos felices, las discusiones, los abrazos que parecían prometer un futuro juntos... todo se desvanecía en el eco solitario de su habitación.

Una tarde, mientras patrullaban de nuevo, Tatsu rompió el silencio con una pregunta que Tom había estado temiendo. "¿Has pensado en hablar con él, Tom? Quizás... podría ayudar a cerrar ese capítulo."

Tom evitó la mirada de su compañera, sintiendo la picazón de la herida aún abierta. "No puedo", admitió finalmente. "No sé si podría soportar enfrentarlo de nuevo, solo podria salir lastimado otra vez."

La noche cayó sobre ellos mientras continuaban su ronda, y Tom se encontró perdido en sus pensamientos. "¿Cómo terminamos así?", se preguntó en voz alta. "Solíamos ser... todo el uno para el otro."

El final del tercer mes llegó con una sensación de quietud pesada. Tom regresó a su apartamento después de un largo turno y se dejó caer en el sofá, agotado física y emocionalmente. El silencio reinaba en su hogar, un eco de la ausencia que se había vuelto familiar.

Al ver un nuevo mensaje de Jake Tom se encontró con los ojos brillantes de nostalgia y dolor. "Lo siento, Jake", susurró en voz baja. "Lo siento por todo lo que hemos perdido."

La noche se deslizó lentamente hacia la madrugada mientras Tom luchaba con sus emociones. Cerró los ojos, deseando poder encontrar el sueño reparador que se le escapaba. "Ojalá las cosas fueran diferentes, ojalá fuera mas fuerte", murmuró, sintiendo el peso del arrepentimiento.

En el silencio de la noche, Tom se aferró a la esperanza de que algún día el dolor se desvaneciera. Pero por ahora, se encontraba atrapado en el limbo de lo que fue y lo que podría haber sido, mientras el recuerdo de Jake seguía acechando en cada rincón oscuro de su corazón.