Ya habían pasado casi tres años desde que Ada apareció en aquel lugar y, a pesar de lo duro que resultaba vivir en medio de un laberinto y liderar a un grupo de chicos, se había acostumbrado. Era su rutina, su día a día, despertarse, organizar al gr...
Ada bajó a desayunar junto a Newt y Jeff. La chica insistió en ir a buscar a los demás para desayunar todos juntos, quería al menos poder hablar con Minho, Alby y Gally a parte de Newt, que ya estaba con ella. Al juntarse todos se sentaron en una de las mesas y desayunaron tranquilamente, hablando sobre lo sucedido el día anterior e insistiéndole a la morena que debía descansar al menos un par de días más.
Casi cuando se iban a levantar la chica comentó lo que tanto llevaba rondándole la cabeza. - Iré a hablar con Thomas sobre lo sucedido. - Aquellas palabras causaron revuelo entre sus amigos. - ¿Estás loca Ada? Siempre que te has puesto mal ha sido por estar con el verducho, ¿y ahora quieres ir a hablar con él? Ni de broma. - Dijo Gally muy tajante, a lo que los demás asintieron. - Os entiendo. - Recalcó la chica intentando que sus amigos se calmasen. - Pero ¿no creéis que sería buena idea que hable con él y comprobar si sabe algo? Es la primera vez en mucho tiempo que tenemos información de los creadores, me gustaría asegurarme de que no ha sido invención mía. - Insistió Ada sabiendo que en eso tenía razón. - Entonces iremos nosotros a hablar con él. - Siguió hablando Gally, que era el que parecía haber tomado la palabra del grupo.
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- ¿De verdad os creéis que os va a decir algo a vosotros? La mitad habéis amenazado con matarlo. - Dijo la morena. Alby había insistido con desterrarlo, Gally lo mismo y Newt casi lo estampa contra la pared. - En eso tiene razón. - Comentó Minho que había sido el único de los guardianes presentes que no había amenazado al chico de alguna manera. - Os prometo que tendré cuidado, solo quiero asegurarme de que no me he vuelto loca. - Dijo Ada mirando esta vez a Newt que, a pesar de no haber dicho nada, la chica sabía que era el que más se preocupaba.
Finalmente los chicos acabaron cediendo y la morena salió de la Hacienda en búsqueda de Thomas. Nadie le había dicho dónde estaba pero la morena sentía saberlo de alguna forma. Caminó siguiendo su instinto y acabó en la entrada del bosque, encontrándose al chico sentado bajo uno de los árboles de la zona. - ¿No te han asignado trabajo? - Preguntó la chica acercándose a él. Quería romper el hielo de alguna forma que no fuese hablando directamente de lo que había pasado el día anterior. - Nadie quiere saber nada de mí desde lo de ayer. - Comentó el moreno bastante decaído. A Ada el gesto de pena que hizo el chico le encogió el corazón. No sabía explicarlo pero le dolía verle mal. -Pensaba que no querrías volver a acercarte a mí. - Añadió el muchacho. La chica le ofreció una pequeña sonrisa y se sentó a su lado bajo el árbol. - Todo lo contrario, la verdad es que desde ayer no puedo parar de pensar en ti. - Dijo la chica que se sonrojó al escuchar sus propias palabras. No quería expresarse de una forma tan fácilmente malinterpretable. - Lo digo porque he visto quien eras, quiénes éramos. - Añadió Ada. "Maravilloso, así no lo arreglas, ha sonado aún peor ahora." Pensó para sí misma. - ¿Qué quieres decir con eso? - Titubeó el chico que no entendía nada. - ¿Recuerdas que te conté lo que era pasar por el cambio? Cuando te picaban los laceradores. - Preguntó la chica, a lo que Thomas asintió. Sabía que al recibir aquel suero pasaban por un proceso doloroso que les devolvía partes de recuerdos dispersos. - Creo que eso es lo que me pasó ayer cuando me agarraste la mano. Por eso me gustaría saber si tú recuerdas algo. - Thomas no daba crédito a las palabras de la chica. Sí había tenido una sensación extraña pero él no recordaba nada, no sabía a qué se refería. - Yo no sé nada te lo juro, ya se lo he dicho mil veces a los demás. - Contestó el chico que ya no soportaba más que pusiesen en duda sus palabras. ¿Por qué iba a mentir? - Oye... No digo que no te crea, sé que ellos nos borran los recuerdos y puede que aunque esto haya tenido efecto en mí a ti no te provocase nada. Pero todo ha sido muy raro desde que llegaste. Ya desde el momento en el que dijiste tu nombre se me hizo familiar. - Confesó la morena, dejando de hablar para ver si Thomas le decía algo al ver que ella también le estaba dando información. - Lo único que puedo decirte es que siento que te conozco... Que te... - El chico paró de hablar, las palabras que le habían venido a la cabeza eran "te quiero", pero se sentía imbécil si le decía eso a una supuesta desconocida. - Que tengo una conexión contigo, algo, no sé explicarlo. - Terminó el chico substituyendo aquellas palabras como pudo. Ada entendía muy bien el sentimiento que tenía el moreno, era similar a lo que le ocurría a ella. - Me pasa lo mismo Thomas. - Le dijo la chica que ya se había acostumbrado a llamarlo por su nombre. - Pero no lo entiendo... Después de lo que recordé, que no fue nada bueno... No consigo odiarte. - Confesó la morena mirando al chico a los ojos. - Thomas yo vi como me traicionabas. Y a pesar de no saber qué eras para mí sabía que eras alguien importante, y me traicionaste. - A Ada parecía temblarle la voz al contar aquello, como si todavía le afectase y le doliese pero no sabía explicar por qué. - ¿Pero qué hice? - Preguntó el chico alzando esta vez un poco la voz, la frustración se apoderaba de él y odiaba sentir que todos le trataban como el malo de la película. - Nosotros estábamos en un laboratorio con ellos, con los creadores, antes de que el laberinto existiese. Allí nos conocimos, o eso creo. No sé muy bien qué hacíamos antes pero, creo que cuando la idea del laberinto surgió yo me opuse y vosotros me enviasteis aquí. - Resumió la chica, realmente era lo que pensaba que había ocurrido. Sabía que por muy importante que fuese la causa de la investigación ella jamás torturaría y dejaría morir a tanta gente de una forma tan cruel. - Yo... Lo siento. Siento haberte hecho recordar todo eso y lo siento si de verdad hice lo que cuentas pero te juro que no recuerdo nada. - Insistió Thomas. Era la verdad, a parte de la conexión que tenía con la chica no sabía nada más. - No importa... - Murmuró la morena. No le gustaba no poder obtener más respuestas. - ¿El nombre de Teresa te dice algo? - Preguntó la chica. Al escucharlo Thomas tuvo la sensación de haberlo escuchado antes, una especie de aura negativa inundó su cuerpo y un escalofrío recorrió su espalda. - No puedo decirte por qué, pero me ha dado muy mala sensación al escucharlo. - Contestó Thomas aún con una mueca de incomodidad en la cara. - ¿Tú sabes quién es? - Preguntó el chico. - No. Solo sé que ella es mi último recuerdo. La vi pulsar un botón y que todo se volviese negro en mi mente. - Comentó Ada. Sobre Teresa tenía un muy mal recuerdo, no sabía por qué pero toda sensación que su cerebro asociaba a ella era mala.