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Volleyball Team

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❝I just want somebody near me❞

❝I just want somebody near me❞

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Aquel lunes a la tarde Nanako había llegado a casa con una sonrisa resplandeciente, que hasta su madre pudo notar la euforia en ella.

Había conocido a más gente finalmente, que si bien no eran amigos aún, era un avance grande el haber tenido una conversación fluida con simpatía sincera. No iba a mentir, se sintió nerviosa en toda ese tiempo rodeada de tanta gente junta, pero lo había manejado con éxito, entonces decidió felicitarse por lo mismo, aunque por un momento sintió que era una estupidez hacerlo por algo tan básico. 

¡Ella se sabía sus nombres!

O al menos de la mayoría, no tenía una memoria divina, y ellos eran nueve chicos, una cantidad considerable.

De los que más resaltaba entre sus recuerdos era el de Kuroo Tetsurō, pues Yuta se había cansado de mencionarlo cuando hablaba sobre su vida fuera de la familia. 

Pero hubo uno en especial que hizo eco en su mente por un largo rato, incluso sin saber nada sobre él.

Nanako supo luego que aquel chico de la consola se llamaba Kenma Kozume. Para su desgracia no lo supo por él mismo, pues el chico en ningún momento emitió sonido alguno, él estaba embelesado con su juego, algo apartado de los demás, mientras que ella era una cobarde incapaz de hablarle por el miedo de quedar como una idiota. Fue Kuroo quien le despejó la duda que ella tenía sobre la identidad del muchacho de ojos gatunos, entonces supo que eran mejores amigos desde hace bastante tiempo, desde niños más bien.

Su idea de pedirle ayuda al rubio con el rol de colocador aún seguía vigente, a pesar de las miradas de lastima que los del equipo de voleibol le dedicaron cuando expresó su necesidad de ayuda, Nanako prefirió mejor confiar en la sonrisa confiada de Kuroo, aunque admitía que le daba algo de miedo.

Al parecer, Kenma carecía de paciencia o de ganas para instruir, pero era realmente bueno en su rol, o eso le habían dicho los demás chicos, y ella decidió creerles pues ellos sí lo conocían. Supo que se estresaba rápido cuando hacía el intento de ayudar, y que odiaba cansarse físicamente, lo cual era irónico al ser jugador de voleibol, pero Nanako lo entendía de cierta forma, cansarse era un asco.

No pudo saber más de él desafortunadamente, pero eso no la desanimó.

Ella necesitaba ayuda de alguien medianamente experimentado en la colocación, y era esa su razón principal para pedirle ayuda al chico, pero no iba a negar que todo su ser estaba lleno de curiosidad inexplicable desde que lo vio. No iba a desperdiciar su oportunidad de acercarse por una razón medianamente valida, como lo era la simple intención de aprender a jugar como colocador. Nanako no iba a admitir que quería hablarle al chico teñido, y nunca se acercaría sin una excusa previa, porque los nervios le ganarían y la humillarían completamente frente al niño lindo, y no era algo que estaba dispuesta a pasar.

Bubblegum | Kenma KozumeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora