Nanako necesita ayuda con su técnica de colocación, y piensa en que su mejor opción es justamente aquel introvertido colocador del Club Masculino de Voleibol que tanta curiosidad le da. Tal vez esa sea su excusa perfecta para acercarse a él y poder...
❝All my emotions feel like explosions when you are around.❞
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
─────♡◦♡◦♡─────
Ambos adolescentes bajaron las escaleras, sumergidos en una entretenida conversación que duró hasta que llegaron a la cocina, donde Michiko ya se encontraba allí, haciendo la merienda con tranquilidad y una simpática sonrisa que se amplió al verlos llegar.
Kenma se sentía ansioso con cualquier tipo de presentación hacia alguien nuevo como era de costumbre en él, pero aquella mujer por alguna razón aumentaba aún más sus nervios si es que se podía, pese a la simpatía que la adulta emanaba naturalmente.
—¡Hola! Sabía que no tardarían mucho en bajar así que me puse a hacer la merienda apenas llegué... —Michiko rodeó la isla de la cocina para enfrentarse a su hija y al amigo de esta, enfocándose más en el ultimo—. Espero que te guste el té, Kenma, en esta casa es lo que más se toma, hice un poco pero si quieres otra cosa no dudes en decírmelo... Soy Michiko, la madre de Nanako, un gusto conocerte, Nana y Yuta han hablado mucho de ti.
—¡Estás dando información de más! —exclamó la chica con las mejillas sonrojadas.
Kenma apretó los labios para no sonreír al verla, concentrándose luego en la más grande, haciendo una corta y respetuosa reverencia hacia ella.
—Es un gusto, Yukimura-san. —pese a no usar ese tipo de honoríficos, procuraba ser educado ante las personas mayores, más si se trataba de un familiar tan importante de la chica a su lado, se preocupaba por agradarle.
—Puedes llamarme Michiko, Kenma, no hay problema... Nosotras dos en particular estamos algo desacostumbradas a los honoríficos y demás, vivimos varios años en Australia y con su idioma, así que no es tan serio, trátame con confianza.
A Kenma le gustaba escuchar sobre la vida de Nanako, era interesante cuando podía enterarse de pequeñas cosas que completaban su historia poco a poco. Pese a tener un gran hueco que no lograba descifrar y que parecía ser un terreno bastante doloroso de recordar para la chica, deseaba que llegado el momento, ella tuviera la confianza de contárselo.
Había algo que definitivamente no le gustaba de ese tiempo grande en Australia de las mujeres Yukimura, del que había escuchado unas contadas veces.
Recordó escuchar a Yuta hacer mención breve de eso cuando una conversación sobre Nanako se presentó. Y el chico, cuando eso pasaba, se impedía soltar más información de la necesaria... Kenma lo entendía, era algo que solamente la misma Nanako podría contar si es que así lo quisiera, pero a su vez todo le generaba más preguntas, que nadie más que ella podría contestarle, y aún así entendía si ella simplemente no quisiera hacerlo.
