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Si... definitivamente para allá no es.- señalaba Aryan una calle hacia el este, cuando todos nos giramos a verlo mal.
Creo que cantas mejor Rolling in the deep de lo que nos puedes ayudar, Aryan- Leah decía mientras seguía buscando la dirección correcta en el mapa.
Ósea que eres terrible ayudándonos, dice la comparación.- hago una mueca de sorpresa ante mi abrupto comentario, el cual solté sin pensar.
¡Oye! Eso ya fue demasiado- Aryan se hace el ofendido, mientras todos los reíamos, aunque el ambiente seguía siendo tenso. Como no lo iba a ser, estábamos en una ciudad donde la mayoría no sabíamos ni lo que estaba a la vuelta de la esquina del hotel donde nos hospedábamos, y aún así decidimos salir de ahí...
Esto me recuerda mucho al día que Charls manejo como si no hubiera mañana por las calles de Los Ángeles.- todos soltaron carcajadas al recordar aquella vez, aunque yo solo mire a una persona con la que había compartido cierto momento ese día. El también me miro a mi, como si esa tan escasa interacción hubiese sido importante. Pero su mirada era tan vacía, que no se identificar que pensaba acerca de eso.
Creo que a diferencia de mi, el no siente absolutamente nada.
Y que vas a sentir tu, Gracie?
¡Nada!
Nada de lo que deba preocuparme. Meramente curiosidad por nuestra rara enemistad, solo eso...
Aver, déjenme ver en qué puedo ayudarles.- caminé hacia el frente con la excusa de arrebatarle el teléfono a Leah, pero alguien se me adelanta en ese momento, obviamente..
He estado en esta ciudad un par de veces, creo que quien puede ayudarles en esta situación.- exclamo el arrogante patan- soy yo.
¿Estás seguro de eso?.- pregunte sarcásticamente
Tan seguro como que soy Percy Jackson.- habla de una forma muy, retadora.
- Mmh, ¿entonces por qué no lo hiciste hace unas, 10 cuadras atrás?!- grité exasperada, me frustraba la prepotencia de este rubio tonto
Solo cállate zanahoria, y déjame trabajar.- pero antes de que el siquiera pudiera buscar, vuelvo yo a arrebatarle el celular.-
Ni lo intentes, no volveré a correr 20 calles por tu culpa, oxigenado.- comienzo a buscar yo la dirección del Central Park en el celular.
Chicos... vamos ya es tarde, mejor regresemos a casa.- Charlie hablaba alarmado al mirar como la gente comenzaba a notar nuestra presencia.
Ni loca vuelvo a ese hotel.- Dior soltó, ganándose una mala mirada de los demás no participes de la pelea.
¡Más oxigenada estás tú! Dime quien nace con ese rojo fosforescente, es obvio que está tintado!-
¡Mi cabello es más natural que tu exasperante y egolatría personalidad!-
¡Dime que tenía que ver eso, rojita!-
Solo déjame ayudar, creo que tengo más neuronas de las que se te quemaron a teñirte ese cabello-
Naah, creo que se te quemaron igual al momento de subirte a cierto avión.- parecía que mi expresión ofendida y sorprendida, y la de confusión de los demás lo divertían.
Cuando estaba apunto de responder, siento que alguien me jala del brazo, animándome a cruzar la calle frente a la que estamos.- ya, ya Grace, no le hagas caso a Walker, sigamos buscando nuestro destino que aún falta mucho.- Charlie intenta calmarme, pareciendo un hermano mayor..
¿Chicos, no era mejor tomar un taxi desde un principio?- comenta Dior intentando sacar un tema de conversación cualquiera, cuando siento que alguien se me pega mucho. Al notar quien es, me alejo bruscamente de el, aunque no sin antes..
Odio cada una estupida palabra que dices.-
¡Oh por favor!- oigo las quejas cansadas de nuestro grupo.
-¿Ah si? Pues a mi me dan ganas de golpearte en la cara.- suelto sin importar que piensen que soy una agresiva. ¿Para que ocultar algo que está claro?
Nunca había conocido alguien como tú, realmente eres un enfado completo.-
Pues yo quiero en este mismo instante rodear tu cuello con mis manos.. y- me acerco tan amenazadoramente a él que se asusta de mi.
¡Estás loca! Cualquiera podría odiarte totalmente, con razón yo lo hago- grita desesperado, como si eso fuera a molestarme.
¡Wow, que sorpresa! Pues yo te odio más, Scobell!- veo de reojo como Dior y Leah se sonríen mientras que Aryan y Charlie no entienden nada- Te odio tanto que en este exacto momento podría ser-
¡TRUE LOVEEE!- gritan las dos morenas
¡Grace!- Charlie percibe como es que hago un falso con mis pies, haciéndome tropezar para casi caer al frente de la calle que estábamos apunto de cruzar.
Pero unos brazos me toman por la cintura, volteándome y logrando que abraze al cuerpo los brazos.
Genial, taaan cliché de película.
No me molestaría, si no fuera por la persona que me salvo en ese instante...
_Una vez más salvándote el pellejo, rojita.- quisiera decir que respondí con el peor insulto de la existencia, pero no pude articular ni una palabra.
No con esos intensos ojos de mar viendo directo a los míos tan intensamente. Tan cerca de mi que ni siquiera me molesto que lo estuviera. Maldita sea, otra vez no podía reaccionar a sus estupidos y horrorosos ojos en los que me perdía cada vez que me miraban.
¿Caíste en sus encantos, eh?
¡No!
No lo hice. No lo he hecho ni lo haré, porque este niñato lo único que sabe hacer bien es fingir! Y no seré yo otra de las presas " rendida a los pies de Walker Scobell ". Y juro por Taylor Swift que nunca lo seré.
True lov- ¡¡ouch!!- Leah recibía un pequeño golpe en la cabeza por parte de Charlie.
Reaccione de que aún seguía prácticamente sostenida por el rubio, así que me solté. Pero aún sin romper el contacto visual, le demostraría que el no tiene ningún efecto en mi, o por lo menos no esos ojos..
¿Ustedes saben que las llaves de sus habitaciones traen puestos un rastreador, cierto?- misión 1: no ser descubiertos por nuestras autoridades. Fallida....
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Si bien dicen que del odio al amor hay un solo paso, entonces haremos las cosas de la mejor manera...
