[✓] ❛️️️️❛ BECOMING LADY MALFOY ❞ - (Ao3 Traducción)

CAPÍTULO 38.

CAPÍTULO 38.

Hermione dejó a Barnabas retozando en su armario y fue a darse una ducha rápida.  Sus duchas nunca eran lo suficientemente rápidas porque su baño era demasiado lujoso para correr por él.  De pie en su toalla, Hermione comenzó a buscar su ropa cómoda.  Su vieja camiseta de Quidditch no se encontraba por ninguna parte, pero sí encontró, como era de esperar, algunas camisetas verdes de Slytherin estampadas con el nombre Malfoy en la espalda.  Riendo, Hermione se puso uno junto con sus jeans gastados y luego bajó las escaleras.

Hermione rescató una zapatilla de Barnabas y se llevó al pequeño alborotador con ella.  Sus padres estaban desayunando en la sala de estar, hablando en voz baja sobre la casa, la comida y los sirvientes.

—Buenos días, mamá. Buenos días, papá— Hermione sonrió y tomó asiento en la pequeña mesa.  Daba a una de las grandes ventanas de la habitación que daban al este y había una hermosa vista de los jardines bañados por el sol de la mañana.  —¿Durmieron bien?

—Este lugar es increíble—, su madre señaló la habitación, la vista y luego enfáticamente hacia el desayuno.  —¡Esos elfos son increíbles!

—Realmente hacen un buen trabajo—, asintió Hermione.

Como para ilustrar su declaración, un elfo apareció en la habitación.

—Me llaman Sippy, Missy Lady—, chilló nerviosamente el elfo.  —¿Puedo traerte algo de desayuno?

—Sólo té para mí, Sippy, gracias—, dijo Hermione, colocando a Barnabas en su regazo.  Maulló ruidosamente.  Y aquí un poco de leche para el pequeño Bernabé.

Sippy asintió y se fue.

—¿No comes, Hermione?—  Preguntó su padre, dando un gran mordisco a una quiche de jamón.  —¡La comida aquí es excelente!

—Lo sé—, asintió Hermione.  —Me levanté temprano y Tinky me trajo el desayuno a la terraza de mi habitación.

—Buenos días, Grangers. Hola de nuevo, Gatita—, Draco besó su mejilla mientras se unía a ellos en la mesa.

Sippy regresó con una taza de té recién hecha y hábilmente le sirvió una taza a Hermione, preparándola exactamente como a ella le gustaba.  Luego le preparó una taza a Draco y la puso delante de él también.

—Desayuno, por favor, Sippy—, le ordenó Draco al elfo.  —Me apetece un gran desayuno. Estoy hambriento. Y que alguien me traiga el correo si no te importa.

—De inmediato, Maestro Draco— Sippy asintió y se fue.

—¿Qué les gustaría hacer hoy? –Preguntó Draco a los Granger, sorbiendo su té.

—Pensé que podríamos ayudar a configurar todos los componentes electrónicos y mostrarte cómo usarlos—, respondió Will Granger.

—Suena genial—, coincidió Draco con entusiasmo.  Hermione sabía que quería ver ese videojuego en acción.