Lunes 7:00 6/01/2022
"Universidad Nacional de Karmaland"Se encontraba un grupo de nueve muchachos sentados en círculo en un aula bacía, todos ellos habían sido citado ese día por razones un tanto preocupantes para muchos, pero para ellos solo eran situaciones de su día a día, algo común que siempre pasa. Algunos parecían desinteresados, incluso irritados, mayormente por que llevaban casi media hora esperando a la persona que se suponía que debía estar ahí con ellos, no podían creer que hubiera alguien tan impuntual.
De pronto la puerta fue abierta, de la cual entro un hombre que se veía cansado, su cabello rubio semi desgastado parecía de porcelana, un par de ojeras se acentuaban bajo sus ojos de un tono azul como el zafiro, en sus manos sostenía una tabla con una hoja en blanco junto a una bata de médico, ese debía ser la persona que esperaban.
Con calma tomo haciendo en el único lugar que había libre, mirando a aquel grupo de jóvenes con una sonrisa y entonces hablo. —Buenos días chicos, veo que todos llegaron temprano, me presento soy el psicólogo Philza y los voy a estar ayudando con la rehabilitación, espero puedan cooperar para hacer de estas sesiones lo más ameno posible.—
Al escucharlo muchos parecieron molestarse y era obvio, a algunos les habían dicho que solo sería una junta a la cual tenía que asistir mientras que a otros solo los dejaron allí apenas entraron a la universidad, se sentían engañados.
—¿Rehabilitación? A mí me dijeron que este era un club de arte, si es una puta mentira entonces nos vamos, no necesitamos otro loquero, vamos Veg, es hora de irnos—expreso molesto uno de los chicos que se destacaba por su rizado cabello blanquecino.
Se había levantado de su silla listo para irse a la vez que jalaba del brazo a otro de los que se encontraban ahí, aunque ese chico parecía no querer irse. —Espera doblas, ¿Qué tal si nos quedamos solo esta vez? Se que no te gusta, pero solo está vez, ¿Sí? Hazlo por mi osito.—
El contrario lo miró de manera pérdida y la vez molesta, volviéndose a sentar en su silla con los brazos cruzados, parecía no estar a gusto en ese lugar, pero sólo se quedaba por ese chico que parecía ser su amigo o quizás algo más, no les interesaba.
—Yo digo que más que rehabilitación esto parece un club de exconvictos, ¿O me equivoco doc? Ese wey parece ido, ya ni la jodes carnal, más pacheco no puedes parecer—dijo entre risas un chico de baja estatura, resaltado por un peculiar gorro azul con un botón en forma de ficha de póker.
Sus palabras no hicieron muy feliz a aquel chico de cabello platinado, parecía estar listo para levantarse y en cualquier momento golpearlo, pero fue destino por aquel hombre de mediana edad que tenía una mirada más seria. —Joven Alexander, le pido que se comporte, todos ustedes incluyendo te están aquí por una razón, así que te pido muestres respeto.— Su mirada sería y la manera en la que como sus ojos azules turquesa se afilaban hizo que se callara.
Con un suspiro retomo la compostura, esbozando nuevamente una sonrisa tranquila que pudiera transmitirles confianza. —¿Qué tal si comenzamos? Por favor preséntense, pese a que tengo sus informes quiero conocerlos, así que preséntense uno a uno.—
Al principio no obtuvo la respuesta que esperaba, en su lugar obtuvo quejidos, muecas y miradas desinteresadas, sabía que no sería fácil, aquellos muchachos habían sido asignados a el por una razón, pero no esperaba que fuera tan difícil hacer que hablaran, usualmente los muchachos hablaban un poco sobre ellos el primer día, ya sea diciendo sus nombres o simplemente evitando sus preguntas con otras, pero ellos simplemente evitaron cualquier palabra o contacto visual, con esa actitud seria complicado hacer que se abrieran o que le dijeran algo, no sería nada fácil, pero tenía la esperanza de poder ayudarlos, fue entonces que vio la mano levantada de uno de los chicos, un pequeño rayo de esperanza, por lo que de manera relajada le cedió la palabra.
ESTÁS LEYENDO
Centro de ayuda {Omegaverse}
FanfictionLas adicciones son un tabú para algunos, para otros son algo insignificante, una salida que los cobardes usan para no afrontar sus problemas, algo que solo los perjudicaba a sus familias, pero aquellas personas no ven lo que en realidad pasa, a vece...