ᶜᵃᵖⁱᵗᵘˡᵒ⁶

190 33 5
                                    

— Murasaki, hay rumores desagradables

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Murasaki, hay rumores desagradables. 

— ¿Podría saber de qué rumores habla, Akainu-sama?

— Sobre tus rumores, se dice que has frecuentado en muchos lugares con los mugiwaras, aun así no he visto ningún reporte tuyo que verifique eso. —La miró con notable enfado. — Incluso el idiota de Kizaru me dijo lo mismo.

Yona apretó los puños, debía ser una maldita broma. Su mayor temor se estaba volviendo realidad, estaba entre la espada y la pared.

— No lo he reportado porque no he conseguido atrapar a ninguno de los mugiwaras, no quería informar de algo hasta que tuviera un logro. — Mintió mientras se tensaba, tenía miedo, demasiado miedo.

Antes de que Akainu pudiera decir algo más, otro vicealmirante ingresó al despacho interrumpiendo la conversación.

— Murasaki, te requerimos en una misión, es urgente, Garp pide refuerzos.

Smoker estaba ahí y Yona sabía que mentía. El viejo Garp nunca pediría refuerzos, aun así agradecía la salvada que le acababa de hacer su colega.

Ambos salieron del despacho de Akainu y apenas estuvieron en el barco de la peli morada, esta se desvaneció en el piso, sus piernas no soportaban más.

— Gracias… Pensé que iba a morir. — Soltó una risa nerviosa y el albino suspiró. 

— Debes parar lo que tienes con la mugiwara, es peligroso y lo sabes, es la última vez que te ayudo. — Le advirtió.

Yona lo sabía, pero no quería, no quería alejarse de Nami, pero tampoco quería morir.

Yona lo sabía, pero no quería, no quería alejarse de Nami, pero tampoco quería morir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿Estás bien? Estás más empalagosa que de costumbre. 

Yona abrazó a Nami con fuerza, solo quería sentir su calidez y sentirse protegida por unos segundos, mantenerse en aquella burbuja amorosa por aunque sea unos instantes.

— Nami, siempre te voy a proteger, lo juro.

La pirata le miró confundida, pero simplemente besó la frente de la marine que, como nunca se mostraba vulnerable, no sabía qué había sucedido, pero sabía que debía contenerla, ser su apoyo.

— No me gusta ser de bandos distintos, solo quisiera poder besarte siempre sin tener que preocuparme de nada.

Yona soltó aquellas palabras mientras hundía su rostro en el pecho de Nami, se sentía destrozada, no sabía qué hacer.

— Yona…  Estoy aquí, no te dejaré, tu deuda te mantiene atada a mí, vicealmirante estafadora.

Yona se mordió el labio amortiguando los sollozos mientras mojaba el pecho de Nami con sus lágrimas.

— Nami… Por favor, dime cosas lindas… Por favor, gatita.

Los minutos pasaban de forma lenta mientras la pirata le hablaba dulcemente a una marine destrozada. Sabía que debía parar, pero no podía; ya estaba resignada a su destino:

Morir.

Aun así, se preguntaba cómo hubiera resultado todo, si lo hubiera dejado como un amor platónico, si nunca se hubiera acercado, si solo lo hubiera dejado como un sueño. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
〖Estafadora ✧ Nami〗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora