Yona reía al ver a Nami golpear y discutir con Zoro. Esa tripulación era muy agradable y le gustaba el ambiente, agradecía que no la juzgaran a pesar de ser del bando enemigo.
Miraba a Nami con ternura, la amaba, amaba cada parte de esa mujer y eso la hacía feliz, pero se preguntaba por cuánto más duraría aquella felicidad, sabía que no podía ser eterno, sabía que era imposible.
Creía que con el tiempo encontraría una solución, pero ahora entendía que era imposible. A pesar de estar sonriendo por dentro, estaba llena de miedo, no sabía por cuánto más duraría eso, cuándo llegaría el momento de decir adiós.
Sabía que todo lo que habían conseguido debería tirarlo a la basura, por la seguridad de la mujer que amaba.
Ella era capaz de todo con tal de que Nami pudiera seguir riendo con sus nakamas, incluso era capaz de sacrificarse por su felicidad.
Ya no podría decir que era suya, pero al menos en su corazón sabía que ella siempre sería de Nami, seguiría amándola hasta su último respiro.
Estaba viviendo en un sueño despierta, sabía que su dolor era por algo, por algo su corazón dolía tanto, porque no podía mantener esa felicidad en su vida.
Sabía que era demasiado bueno para ser verdad. La mala suerte la perseguía, sus pecados la perseguían, ahora solo podía estar con ella en sus últimos momentos con tal de no volverse loca.
Solo quería que Nami le dijera que la amaba, sería feliz con tan solo escucharlo una vez antes de partir.
— ¡Es la flota de Akainu!
El momento había llegado.
Nami veía destrozada como Yona la besaba antes de pedirle a Jimbei que se alejara de esa isla con rapidez, la marine había subido a su barco y ahora estaba esperando a que Akainu llegara a su lado.
No lo quería creer, quería que ella se quedara a su lado, que estuviera para ella, que le demostrara que la amaba, que nunca se fuera.
Pero ahora entendía todo lo que Yona decía por las noches, no era una broma cuando ella decía que moriría por ella.
Y eso la estaba matando.
— ¡No puedes morir, Yona!
Gritó con todas sus fuerzas, pero lo único que alcanzó a ver fue una sonrisa apenada de la vicealmirante antes de que fuera golpeada en el abdomen con fuerza por parte de Akainu.
— ¡No! ¡Luffy debemos volver, debemos ir por Yona! – Le gritó desesperada.
— Ella pidió que te retuviéramos, no quiere ser salvada. — Zoro alzó la voz con seriedad. — Respeta su decisión.
— ¡No quiero, no quiero que se sacrifique otra persona por mí! ¡No quiero perder a la persona que amo!
Pero de nada servían sus gritos, Jimbei no dejaba de alejar el Sunny del barco de Yona, sus nakamas parecían decididos en cumplir el pedido de la marine, menos Luffy el cual era retenido por Sanji.
Nami no podía creerlo, de nuevo…
De nuevo iba a perder a una persona amada.
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〖Estafadora ✧ Nami〗
Short StoryNami admiraba incrédula la situación que la había hecho pasar una vicealmirante. ¡La estafadora acababa de ser estafada, y por una marine! ❏Nami x fem! oc. -ErrorDai-