Hace más menos una hora llegaron a una fiesta dónde Diego quiso que lo acompañes. No te negaste, ya que hace mucho no salías, todos tomaron cómo nunca esa noche, pero no al punto de quedar pedos.
Para este punto, Diego solo es tú amigo, pero quién iba a pensar que está noche eso cambiaría?
---Ven conmigo.---te susurró al oído antes de levantarse.
Asentiste mirándolo y lo seguiste. El agarró tu mano, guiándote a una de las habitaciones privadas que raramente había, aún que era muy común ver gente entrando y saliendo de estas.
La habitación solo estaba iluminada con luces LED de color rojo en los bordes donde se unen el techo y la pared, además de que había un espejo en el techo, justo sobre la cama. Era literalmente un motel de la privada.
Diego te miró en silencio mientras tú estabas encima de el. Se besaron a los segundos, desde hace rato que se traen unas ganas indescriptibles y esta era la oportunidad de quitárselas por fin.
Diego metió su mano bajo tu vestido negro pegado al cuerpo, acariciando y apretando tus nalgas que tanto le encantaban. Soltaste un pequeño suspiro, si fuera posible querías que lo hiciera siempre. Sus manos estaban un poco frías debido al cóctel con hielo que tenía en su mano hace unos minutos. Te tocaba tan bien que no querías que pare en ningún momento, tus brazos los pasaste detrás de su cuello, acariciando su nuca suavemente, se sentía tan bien tenerlo tan cerca y caliente.
Cuando finalmente se separaron por falta de aire, Diego bajó la parte del escote de tu vestido, dejando tus grandes pechos a su vista, los miró como si fueran el manjar más delicioso del mundo.
Sin dudarlo, se llevó uno a su boca, lamiendo y dejando pequeños mordisquitos, mientras al otro le daba atención con su mano gustosamente. Te limitaste a gemir suavemente, aún que nadie los iba a escuchar debido a la música a todo volumen que había afuera.
Diego te dejó en la cama delicadamente, te quitó el vestido con cuidado y bajó sus besos por tú abdomen lentamente, dejó un camino de besos húmedos desde tus pechos hasta el borde de tu braga. Observarlo desde el espejo del techo te excitaba más, solo querías que lo haga ya. Te quitó la braga lentamente y la guardó en el bolsillo de su pantalón. Dejó un sensual beso sobre tus pliegues. Para después bajar el cierre de su pantalón y quitárselo junto con su bóxer.
---Lista belleza?---susurró en tu oído acariciando tus muslos con las yemas de sus pulgares.
---Mhm...---fue lo único que salió de tu boca.
Dejó un pico en tus labios antes de volver a concentrarse en tu intimidad. Pasó su miembro por tus pliegues lentamente, torturandote.
---Si quieres que lo haga, me lo tienes que pedir.---susurró en tu oído y dejó besos en tu cuello.
---Por favor...---dijiste algo desesperada.
---Por favor qué?, mami.---
---Por favor, hazme tuya ya.---dijiste casi en un gemido al sentir su miembro entre tus pliegues húmedos.
---Lo que la reina desee.---dijo sonriendo.
Agarró tus caderas suavemente y separó mejor tus piernas. Pasó su pulgar por tus pliegues, acariciándolos con amor, antes de entrar en tí suavemente. Metiendo su miembro de a poco.
Soltaste un suave gemido agudo, aún que no siquiera empezó a moverse ya sentías placer. Finalmente empezó a embestir con fuerza, sin llegar a ser brusco. El observaba tus pechos rebotando con cada embestida fijamente, cómo si fueran literalmente su comida favorita. Definitivamente la mejor noche para ambos.
El cada vez llegaba aún más profundo, casi tocando tu punto G, haciendo que tus gemidos sean agudos y suaves, lo estabas disfrutando demasiado, nunca antes te habían dado tan bien.
---Te gusta así?---dijo con una sonrisa.
Asentiste entre suspiros, estabas apunto de tener un squirting. A los pocos segundos empapaste las sábanas y su miembro, Diego dió embestidas aún más duras, buscando su orgasmo.
---Dios, que rico.---susurraste entre gemidos.
Finalmente Diego liberó su semilla en tu interior, dándote una sensación cálida en el estómago.
Diego tenía las mejillas levemente rojas por el esfuerzo, el cabello despeinado y sus ojos marrones clavados en tú rostro, escaneando cada facción.
[...]
Al siguiente día, te despertaste en la habitación de Diego, estabas sola en la cama, probablemente ya se fue al estudio. Llevabas puesta una de sus sudaderas y tenía su perfume, olía muy rico.
Miraste a tu lado, había una nota, un vaso con agua y una pastilla para el dolor de cabeza.
Agarraste la nota y la leíste.
Buenos días, belleza. Me fui al estudio desde temprano. Espero que hayas amanecido bien, te dejo unas pastillas por si te duele la cabeza.
Espero que no te haya dejado muy cansada anoche, mami. Porque apartir de hoy, eres oficialmente solo de Diego Millán, Chula.
Te amo 🖤 ;)
PD:Apartir de ahora voy a hacerte tener un squirting todos los putos días, mí amor.
C. 24.
Mordiste tu labio inferior con una sonrisa, total te acordabas de todo lo que pasó anoche.
Te levantaste con cuidado de la cama, sintiendo un leve dolor en los músculos de los muslos.
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Holaaa, volví con los shots. Este es un pedido de una de las lectoras fieles 💕🫂 la_chocona
Gracias por leer y votar en los shots. Espero que este les haya gustado, nos vemos en el siguiente shot‼️.
Elijan el próximo: 1-Xavi. 2-Natanael. 3-Ballesteros. 4-Junior H. 5-Otros...
