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Dejo a Jungkook en la sala descansando con unas mantas y algunas cosas ahí para que no estuviera incómodo. Eran las ocho de la mañana y tenía clases en una hora. -Quisiera dormir más tiempo- se quejó saliendo de la cama, saludando a Bimbo y caminando al baño. Hizo sus necesidades, se bañó y luego se lavó los dientes. Bajó viendo al chico ya sentado en la sala mirando por la ventana. -Buenos días, Jungkook- saludó. El chico volteó con una gran sonrisa. -Buenos días, Jimin. ¿Estás yendo a tu trabajo?-dijo Jungkook caminando a su lado. -Sí, tengo clases en media hora ya que soy maestro- asintió Jungkook. -Entonces... ¿me quedo aquí?-dijo de forma tímida.
-¡Claro!, solo no vayas a robar a mi perro porque él sí te muerde-Jungkook sonrió mostrando su sonrisa tan tierna. -Claro que no, te espero aquí, Jimin- vio de nuevo su reloj. -Bien, debo irme pero al llegar vemos eso para buscar a tu familia, ¿va?- Jungkook asintió. -Ve con cuidado, Jimin- Jimin le sonrió y se despidió yendo ahora sí a su trabajo.
Jimin se preparó para dar sus clases con entusiasmo y dedicación. Al llegar al aula, recibió a sus alumnos con una sonrisa cálida y comenzó a impartir la lección del día con pasión y paciencia. Los estudiantes se mostraban atentos y participativos, creando un ambiente de aprendizaje enriquecedor. Jimin se sentía realizado al ver el progreso de sus alumnos y la conexión que había logrado establecer con ellos a lo largo del tiempo. Cada día en el aula era una nueva oportunidad para inspirar y ser inspirado por sus estudiantes. Jungkook se encontraba en casa de Jimin, observando todo a su alrededor con curiosidad. Estaba acompañado por Bimbo, el perro de Jimin, que estaba muy emocionado y curioso, siguiendo a Jungkook a todas partes. Mientras tanto, Jungkook exploraba la casa, admirando cada detalle y sintiéndose cómodo en ese ambiente tan acogedor. Estaba impresionado por la calidez y la hospitalidad de Jimin, lo cual lo hacía sentirse como en casa. Jungkook, mientras exploraba la casa de Jimin, comenzó a reflexionar sobre cuánto tiempo había pasado desde la última vez que vio a sus padres. Un sentimiento de nostalgia y melancolía lo invadió, haciéndole darse cuenta de que algo importante le faltaba en su vida. A pesar de sentirse acogido y querido en casa de Jimin, Jungkook anhelaba la presencia y el amor de sus padres, añorando esos momentos familiares que tanto valoraba. La calidez de Jimin lo reconfortaba, pero no podía evitar sentir un vacío en su corazón que solo la presencia de sus padres podía llenar. mientras reflexionaba sobre su situación, se sentía desesperado al darse cuenta de que había pasado bastante tiempo tratando de pedir ayuda sin éxito. La sensación de soledad y abandono lo invadía, ya que nadie parecía ofrecerle la ayuda que tanto necesitaba. Intentaba establecer conversaciones con la gente a su alrededor, pero era ignorado y pasaba desapercibido. Además, la incertidumbre de no saber cuánto tiempo había aguantado por hambre lo llenaba de angustia.
Jimin salió de su trabajo y decidió ir al supermercado para comprar algunos postres que no había comprado la vez pasada, pensando en su nuevo acompañante. Se tomó su tiempo seleccionando los dulces y pasteles que sabía que le gustarían a su invitado especial, asegurándose de elegir los mejores sabores y presentaciones. Con una sonrisa en el rostro, Jimin pagó por sus compras y regresó a casa, emocionado por sorprender a su nuevo amigo con esos deliciosos postres. Jimin contestó la llamada mientras se dirigía a su departamento. -¿Qué pasó Taehyung?-Contestó riendo al escuchar la voz de sus dos amigos discutiendo. -Jiminie, queremos saber si puedes venir mañana a jugar boliche-Lo pensó y recordó que tenía a Jungkook en su casa, un completo desconocido al que había acogido de la calle y al que debía ayudar de cierta manera a encontrar a sus padres. Si les decía a sus amigos, seguramente se enojarían y vendrían enseguida a buscarlo, haciendo mil preguntas. Caminando ya cerca de su edificio, dijo: -Creo que mañana no podré chicos, tengo unas cosas que hacer- Sus amigos asombrados, Namjoon dijo: -¿Tú rechazando una salida? Realmente es algo que el antiguo Jimin no haría. Entonces es algo importante-Llegó a su departamento, subió en el ascensor, abrió con las llaves, recibido por Bimbo y vio a Jungkook viendo la televisión, la cual había dejado encendida desde que se fue al trabajo. Le saludó con un apretón de manos, indicando que estaba en el teléfono. -Lo siento chicos, otro día voy con ustedes- dijo. Hablaron de otra cosa y luego terminaron la llamada. -Hola Jungkook, ¿todo bien?- preguntó dejando las cosas en la mesa, saludando a Bimbo y acercándose a Jungkook, que estaba nervioso. -Sí, solo algo frustrado, estado recordando cosas pero no logro visualizar todas, tal vez perdí la memoria pero solo recuerdo mi nombre y es extrañó-Jimin observó a Jungkook suspirando. -Bien, será un proceso largo entonces. Creo que vamos a empezar con tu nombre completo- Agarró una libreta y empezó a escribir en ella los datos. -Jungkook, tengo veinteaños y tengo un lunar debajo del labio-Por curiosidad se acercó y le tomó las mejillas, observando el punto debajo del labio. Jungkook por su parte, estaba sonrojado ya que el contacto con Jimin era algo ¿difícil? Debía admitir que el chico Jimin era literalmente su tipo de chico con el que saldría a conocer y ser su pareja de por vida. Jimin le dejó la mejilla y se fue directo otra vez a su libreta para apuntar cosas. -Perfecto, estas son las cualidades tuyas. Ahora sería que trates de recordar lo último que has vivido y por qué perdiste la memoria-dijo jimin. -Solo recuerdo una casa color café, la cual cuando salí me imaginé de la casa de mis padres. Estaba en una casa café y es lo único que recuerdo, luego llegué aquí-dijo Jungkook observando a Jimin. -Bien, por el momento vamos con eso, es un gran avance. También podemos reportar a las autoridades. ¿Qué te parece si vamos hoy por la tarde a ver si te reconocen?-dijo Jimin levantándose de donde estaba y yendo a la cocina para servir dos platos de cereal. Ya terminado, le sirvió uno a Jungkook y otro para él, que comieron gustosos. -Está bien, Jimin, realmente quiero buscar respuestas-Con el cambio de planes, tendrían que salir por la tarde noche a investigar el caso de Jungkook.

Llegó la medianoche, llevaba a Bimbo con correa y a Jungkook a su lado bajando en el ascensor, viendo al portero dormido con una revista en sus manos. -Siempre lo vas a ver dormido cuando salgas o llegues, o desde la ventana. Trabaja mucho dormido-se rió de su chiste, haciendo que Jungkook lo viera confundido y dejara de reír por su pésimo chiste. -O sea, que no hace nada pero gana más que todos nosotros- entonces ahí Jungkook entendió. -Vaya, quiero un trabajo así, hyung-Jimin sonrió y le acarició la cabellera a Jungkook. -Puedes hacer algo mejor, Jungkook, que un simple cuidador de departamento-él sonrió y siguieron caminando hasta ver de cerca a unos pasos de ellos el edificio de policía. Al llegar, abrió la puerta y vio a un señor pelón con un café en sus manos. -¿En qué puedo ayudarte?- dijo viéndolo directamente a Jimin. -Bien, mi amigo lleva semanas perdido y quería ayudarle a encontrar a su familia-el policía lo miró confuso. -¿Qué amigo?- dijo el señor, con clara frustración. apuntó a su lado. -Él, este chico a mi lado es Jungkook- él observó el lugar y luego empezó a teclear en su pantalla. -Dame rasgos de tu amigo-él ya frustrado decidió hacerlo, ya que de seguro lo andaba molestando. -El chico trae una capucha negra, pantalones blancos, su cabello es negro y tiene un lunar debajo del labio-el señor empezó a teclear haciendo ruido, luego lo miró de vuelta. -Tu amigo es tímido, de seguro- El policía miró a su lado izquierdo, viendo que Jungkook estaba a su otro extremo y se enojó más, ya que de seguro el oficial estaba jugando con él, ya que era un corrupto. -Bien, esperen noticias de mí, agrega tu número aquí y te llamaré-con cierta molestia escribió el número en el papel, se despidió y se fueron del lugar. -¿Estás bien, Jimin hyung?-algo molesto asintió. -A veces los policías me caen muy mal- Jungkook tocó su hombro, él volteó a verlo y le sonrió. -Gracias por ayudarme, Jimin.

Eyes •Kookmin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora