Llegada inesperada

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Aunque la hostilidad entre Daniel y Dutch había desaparecido, la incomodidad persistía. En todos estos años, apenas habían intercambiado 10 palabras y 8 minutos de conversación. Esta dinámica contrastaba fuertemente con la amistad entre Bobby, Tommy y Jimmy, quienes dejaron el pasado atrás y se dieron la oportunidad de conocer verdaderamente al chico que devolvió la sonrisa a su mejor amigo. La familiaridad entre ellos creció aún más cuando Daniel y Johnny anunciaron la llegada de su primer cachorro, que al final resultaron ser dos. Los tres futuros tíos visitaban constantemente a la pareja, llevando regalo tras regalo que empezaron a llenar la habitación de los bebés. Dutch no era ajeno a la felicidad, solo el pensar en el hijo de su amigo llamándolo tío le arrancaba varias sonrisas. Incluso había contribuido con varios regalos, que se encargó de hacer llegar a través de Bobby porque aún no tenía el valor de entregarlos personalmente. Sin embargo, llegó el momento inevitable cuando tuvo que recibir un sobre con información importante de su trabajo que la empresa de paquetería no podía dejar en su puerta si él no estaba en casa. Todos sus amigos estaban ocupados, así que su única opción fue pedirle a Daniel que lo recibiera, ya que su embarazo estaba muy avanzado y no podía salir sin compañía de alguien así que pasaba la mayor parte del tiempo en casa.

"Adelante, iré por el paquete", Daniel camino por el pasillo y Dutch lo observó un poco preocupado. Falta muy poco para que los gemelos nacieran y no creía que fuera bueno para Daniel caminar y cargar cosas, aunque el paquete no debería ser tan pesado.

"Puedo buscarlo yo, deberías sentarte".

"Gracias por preocuparte, pero estoy bien. El doctor dice que es bueno caminar, eso hará más fácil el parto".

"Ya veo", tal vez esa era la mayor conversación que habían tenido en 10 años. "¿Johnny no está en casa?".

"Él trabaja en el concesionario hasta tarde, fuimos a la cita con el médico y nos dieron una fecha aproximada, en dos semanas los gemelos deberían llegar así que quiere terminar con todos los pendientes para no dejar con muchas responsabilidades a Amanda mientras nos tomamos un tiempo para acostumbrarnos a la paternidad", explicó Daniel acariciando su vientre. La noticia alegró a Dutch, pero también lo hizo reflexionar, el bebé vendría pronto y le preocupaba el hecho de no ser cercano a Daniel, así que lo intento no dejando morir la conversación.

"Supongo que Johnny es una combinación de nervios y alegría", dijo Dutch y Daniel rio.

"La situación empeoró cuando empezaron las contracciones falsas. La primera vez que ocurrió, salió de casa sin pantalones", ambos rieron. De repente, las risas se vieron interrumpidas cuando Daniel se quejó por un dolor punzante en la espalda baja, lo que preocupó a Dutch. "Son Braxton Hicks, no te preocupes las he tenido desde la mañana", Daniel dijo para tranquilizar a Dutch. "¿Quieres un poco de café? Antes de saber de mi embarazo compré una bolsa muy buena, no he podido disfrutarla, pero te gusta...", Daniel se quedó en silencio cuando sintió líquido corriendo por sus piernas. Dutch, quien vio la expresión aterrorizada de Daniel, dirigió su mirada al piso donde había una mancha grande de líquido.

"Oh dios, dime que no tendrás a los bebés justo ahora", dijo Dutch tratando de mantener la calma.

"Creo que después de todo no eran contracciones falsas", Daniel se detuvo contra la pared.

"Ok", Dutch respiro profundo. "Te llevaré al hospital y cuando lleguemos llamaré a Johnny. ¿Tienes tu bolsa lista?".

"Sí, en la mesa junto a la escalera", Dutch fue a buscar la maleta y volvió para llevar a Daniel al auto manteniendo toda la calma posible para no estresar a Daniel. "Vamos, con cuidado".

"Estoy bien, no duele tanto como..." Daniel fue interrumpido por un dolor más intenso que lo hizo gritar con fuerza. "Olvida la tranquilidad, ¡tenemos que llegar al hospital ya, duele como el infierno!" La calma de Dutch se desvaneció de inmediato. Lo cargó con cuidado en el auto, lo colocó en el asiento trasero y abrochó su cinturón de seguridad antes de subirse y arrancar el motor. "¡Maldita sea, Dutch, hasta una tortuga va más rápido que nosotros! ¡Pisa el jodido acelerador o voy a parir aquí mismo!" ¿Dónde había quedado el dulce Daniel?

LawRusso OS VOL. 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora