Era demasiado tarde.
La iglesia estaba adornada con cientos de flores que daban color al lugar y su aroma era agradable para todos los invitados que esperaban a la novia.
Mientras tanto, el novio iba de un lado a otro, intentando acomodarse la corbata logrando el efecto contrario y desbaratándola en el proceso.
"Detente, solo lo empeoraras", dijo Daniel tratando de arreglar el nudo de la corbata.
"No puedo evitarlo, estoy nervioso".
"Lo sé, pero cuando veas a Carmen los nervios pasarán".
"Gracias amigo, sin ti acompañándome estaría perdiendo la cabeza".
"Y aun así no me hiciste tu padrino, dime ¿Dónde está Bobby?", bromeó Daniel.
En cuanto supo que Johnny se casaría y le pidió que hablaran a solas el miedo inundó su cuerpo, tal vez apenas estaban limando asperezas, pero que le pidiera ser su padrino era una posibilidad y decirle que no, no era opción. Afortunadamente, Bobby ganó ese lugar y Johnny se quería disculpar de antemano por no elegirlo. Daniel suspiro aliviado, pero por un momento fingió ofenderse para después reírse asegurándole a Johnny que entendía por completo.
"La novia está aquí", anunciaron algunos niños corriendo a la salida para cumplir con su función en la ceremonia. El corazón de Daniel comenzó a latir rápidamente, pero antes de perder el control se aseguró de estrechar la mano de Johnny deseándole lo mejor.
La entrada nupcial fue la señal para hacerle saber a los presentes que la ceremonia iba a comenzar. Amanda no le soltó la mano.
Carmen hizo su gran entrada. Llevaba un vestido blanco estilo princesa que acentuaba su belleza. Daniel no quiso dirigirle la mirada a Johnny, no iba a soportar lo que vería.
La pareja por fin estaba junta, era el momento de enfrentar la realidad. Daniel quería impedirlo, no deseaba nada más que levantarse de su asiento, tomar la mano de Johnny y sacarlo de ahí, pero ya era tarde para todo eso.
En la vida de Daniel eran escasas las cosas por las que sentía arrepentimiento, pero no aceptar el amor de Johnny siempre encabezaría la lista. Porque Johnny lo había amado, tuvo el valor de admitirlo un día antes de que Silver y Kreese aparecieran en el dojo. Luego todo se arruinó, lo arruinó. El deseo de ganar y demostrar que tenía la razón lo hicieron llegar hasta donde estaba, sentado en primera siendo castigado con la vista privilegiada de ver a Johnny uniendo su vida con otra persona. Carmen era una buena persona, pero sus pensamientos egoístas le decían que él sería un mejor compañero.
Amanda no lo soltó en ningún momento.
"Los declaro marido y mujer", Daniel no resistió.
"Felicítalos por mí", le pidió a Amanda soltando su mano.
"No te preocupes, yo me encargare de todo", le prometió con un abrazo. "Disfruta tu viaje".
"Johnny, puedes besar a la novia", Daniel aprovechó que toda la atención estaba en el nuevo matrimonio y logró salir de la iglesia en medio de todos los aplausos.
Antes de llegar al aeropuerto hizo una parada en su departamento para cambiarse de ropa, dejar su auto y recoger las maletas.
...
Por el altavoz se anunció que era hora de abordar.
Y antes de entregar su boleto dio una última mirada al Valle, el que había sido su hogar por tanto tiempo.
...
"Felicidades", fue el turno de Amanda para conversar con los novios. "La ceremonia fue preciosa".
"Gracias. Queríamos que fuera un momento muy especial", respondió Carmen.
"¿Dónde está LaRusso?", preguntó Johnny tratando de buscarlo entre la multitud.
"Daniel se disculpa por irse sin avisar, pero un amigo del señor Miyagi lo contactó para pedirle ayuda con un estudiante, aun así, quiere que sepan que está feliz por ustedes".
"Es una lástima, debió decirnos para hablar con él antes de la ceremonia".
"Hija", Rosa apareció con el fotógrafo. "Tus damas de honor esperan para las fotografías".
"Ya voy mamá. Johnny, voy a adelantarme". Cuando Carmen y Rosa estaban lo suficientemente lejos, Johnny hizo más preguntas.
"¿Se fue en medio de nuestra boda? ¿Por qué no dijo que tenía que irse?".
"Ya sabes cómo es él".
"¿A dónde fue? ¿Quién es ese amigo?"
"No lo sé, no me dijo todo, lo único que sé es que lo esperaban en la costa este".
"¿Cuándo vuelve?".
"No hay nada confirmado. Está bien que se tome unas vacaciones en esta época que es cuando el concesionario no tiene mucha gente así que le dije que se fuera por el tiempo que fuera necesario. Pero no te preocupes por él, ahora debes enfocarte en alguien más, Daniel estará bien".
...
En medio del bosque, Daniel junto con el señor Han hacían kata como todas las mañanas antes de empezar el entrenamiento. Hace dos meses que empezaron con esta rutina y fue lo mejor para poner en orden sus pensamientos y sentimientos, de nuevo comenzaba a sentirse en equilibrio.
"Hola señor LaRusso y señor Han. Ya quiero iniciar con el entrenamiento, estuve practicando toda la tarde ese movimiento que me enseñaron y por fin pude hacerlo", Daniel sonrió nostálgico, ese chico le recordaba un poco a él cuando comenzó a entrenar con el señor Miyagi. "Ah sí, por poco lo olvido. Señor LaRusso, un amigo suyo lo está buscando. Al salir de mi casa escuche a un hombre preguntar por usted, no quise hablarle porque no sabía si realmente era su amigo".
"Dejemos que el señor LaRusso vaya a buscar a su amigo. Hoy entrenaremos más Kung-Fu".
Daniel corrió todo el camino de regreso, estaba asustado. Una parte de él decía que no se hiciera ilusiones, Johnny no podría estar buscándolo, pero otra parte le decía que confiara, que sería él a quien viera tan pronto llegara a su departamento temporal.
"LaRusso", Daniel dejó de correr.
