- Te refieres a tu primer cliente – La mujer negó - ¿entonces?
- Él nunca se enamoró de mi – lo pensó un poco – o si, ahora que lo pienso tal vez si estuvo enamorado de mi a su manera.
- ósea que él no cayó en tu trampa – ella sonríe un poco
- Es que nunca hubo una trampa para el Lucas, él era un maldito en muchos sentidos, pero no era hipócrita, no aparentaba.
- Y eso es malo.
- En mi línea de trabajo, casi siempre – suspira – las mujeres como yo – la mujer rie – si es que hay alguien ligeramente parecida a mí, trabajamos con información; la moneda de cambio más valiosa del mundo. Una persona aparentemente sin secretos es muy difícil de controlar
- Pero dijiste que fue tu cliente, si no te servía porque perdiste tiempo con él.
- Porque si servía, yo tenía la teoría, pero no la practica – Lucas paso saliva entendiendo a lo que se refería – necesitas de dejar de pensar en mi historia como una tragedia o será muy difícil continuar...
- Tenías 12 años.
- Aparentaba más y déjame decirte que mi cuerpo se desarrollo mucho en ese lugar.
- Eras una niña.
- Era joven Lucas, pero todo lo demás que constituye a una niña yo ya no lo tenía.
- Lo siento, no se si alguien te lo dijo alguna vez, pero quiero pedirte perdón por no rescatarte – Rame tenia un nudo en la garganta que claro que no demostraba, porque era cierto nunca nadie le había pedido perdón...
- Se convirtió en un fiel compañero que hasta la fecha sigue ayudándome – el cambio drástico de tema fue obvio, pero respetado por Lucas, él quería darle el respeto que creyó que nunca nadie le había brindado – Se mantuvo "fiel" a mí un tiempo, cuando me sentí lista le pedí un favor.
La mujer le pidió un novio, gracioso y grotesco si lo piensan bien, pero era lo que ella necesitaba, un hombre vulnerable; un hombre capaz de dar todo por ella. Gastón sonrió ante semejante pedido que le molestaba mas de lo que debería, pero esa pequeña niña se había ganado un lugar en su corazón suponiendo que tenían uno y la ayudaría a salir de esa vida.
Lo pensó mucho hasta que encontró al amigo más "decente" que tenía, desconocía la edad real de la pequeña mujer, pero sabía que era menor cosa que tendría que arreglar pues conocía bien a Simón si sabia que ella era demasiado joven no solo lo golpearía si no que seria capaz de llevarlos presos a todos. Arreglo todo para organizar una fiesta privada en la residencia (sin decirle que era un prostíbulo claro está) era hábil, muy hábil sabia como hacer que mirara a Zanie. Unas noches antes con todo el dolor que era capaz de sentir, había golpeado a la niña, un golpe que abriera su labio, le regalo un vestido elegante, poco revelador explicándole el plan a la niña, en especial el hecho de no revelar nunca que era prostituta.
- Absurdo – dice Rame sirviendo más en su vaso – eso me confirmo que los hombres no se conocen.
- No le hiciste caso, verdad – ella niega.
- El día de la fiesta vestía un vestido negro, de mangas largas una de ella caía por mi hombro, me llegaba ligeramente mas arriba de la rodilla; lo más largo que había usado en mucho tiempo. Yo haría el papel de mesera para no levantar sospechas; entre al salón privado, note enseguida que entre los invitados había clientes frecuentes de la residencia, no me habían pedido entiendo que porque Gastón me acaparaba.
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Niños Perdidos
RomanceRamé una mujer criada para el desastre nos cuenta su historia, cada abuso, cada golpe, cada invasión a su cuerpo, pero más importante cuenta como el amor la ha empujado al lugar en el que se encuentra... acorralada por la policía y mas vulnerable qu...