capítulo 3

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Holis.
Perdon por la tardanza pero no lograba encontrar la forma de escribir este cap así que tengo como 20 borradores de lo que pudo ser. 𝙿𝚘𝚛 𝚎𝚜𝚘 𝚊𝚞́𝚗 𝚎𝚜𝚝𝚘𝚢 𝚎𝚍𝚒𝚝𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚎𝚕 𝚌𝚊𝚙 𝚢 𝚙𝚞𝚎𝚍𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚗𝚌𝚞𝚎𝚗𝚝𝚛𝚎𝚗 𝚒𝚗𝚌𝚘𝚗𝚜𝚒𝚜𝚝𝚎𝚗𝚌𝚒𝚊.


La oscuridad abrazaba las paredes de la Fortaleza Roja mientras el joven príncipe de cabello largo y apariencia atlética caminaba con paso firme hacia la habitación del moribundo rey. Aemond sentía que las sombras eran sus aliadas en esta noche cargada de tensiones y resentimientos.

Había sido un día controvertido. Rhaenyra y el príncipe Daemon, acompañados de todos sus hijos, habían llegado a la ciudad para reclamar el derecho al trono de Marcaderiva para Lucerys. La sola imagen de Rhaenyra, proclamándose heredera al trono mientras mendigaba en defensa de sus bastardos, le provocaba a Aemond una mezcla de lástima y desprecio. Para él, Rhaenyra no hacía más que demostrar su debilidad, y sus hijos no eran más que una vergonzosa carga.

Por otro lado, estaba su hermano Aegon, apesar de ser alfa, su falta de cualidades para ser rey era evidente. Aemond recordaba el día en que su madre, Alicent, le habló sobre los planes de sucesión para Aegon. En ese momento, Aegon aún no se había casado con Helaena, pero ya había terminado sus encuentros nocturnos con Aemond. Alicent había intentado ser lo más convincente posible, pero la verdad era que no necesitaba serlo. Aemond veneraba a su hermano al punto de que una sola mirada del mayor podía hacer la diferencia entre un buen y un mal día.

Aemond llegó a la puerta de la habitación del rey y se detuvo por un momento, tomando una respiración profunda antes de entrar. En su mente, repasaba los eventos del día, especialmente el tenso encuentro durante la cena. La manera en que Aegon había coqueteado descaradamente con los Velaryon había enfurecido a Aemond más de lo que quería admitir. Su hermano se había comportado como una perra en celo, despreciando la seriedad de la situación y, lo que era peor, ignorando por completo a Aemond cosa que lo llevó a soltar un pequeño e intencional comentario que enfureció a todos.

Aemond había levantado su copa, con una sonrisa ladeada en su rostro, sus ojos fijos en Lucerys. - Brindo por mi sobrino, Lucerys. Ahora es Lord de Marcaderiva. Por Lord Strong.

Rhaenyra se puso rígida, sus ojos brillando con furia. Jacerys reaccionó al instante en defensa de su hermano alegando que debía retractarse, el joven alfa se puso de pié y se lanzó hacia Aemond al otro lado de la mesa siendo secundado por su hermano menor. Mientras tanto, Aegon, con una risa nerviosa, intentó restar importancia al comentario de su hermano, mirando a su alrededor en busca de apoyo, consciente de la tormenta que Aemond acababa de desatar.

Pero la reacción que realmente esperaba era la de su tío Daemon, el hombre más peligroso del reino. Aemond aún recordaba con claridad cómo, horas antes, Daemon había decapitado al hermano de Corlys Velaryon por insinuar que los hijos de Rhaenyra no eran legítimos. A diferencia de su esposa, Daemon no temía demostrar su poder de forma brutal, incluso sin Viserys presente para defender sus acciones.

Daemon, sentado, entrecerró los ojos al escuchar el brindis de Aemond, sus dedos deslizando lentamente hacia la empuñadura de su espada, una amenaza apenas contenida. La tensión en el aire era palpable. No fue hasta que la discusión hasta que la discusión se puso lo suficientemente acalorada como para rayar en el abuso que se interpuso entre sus hijastros y él. Su mirada era tranquila y confiada, no necesitaba tener la espada en su mano para ser intimidante, vio a aemond como un niño inexperto, un alfa que se dejaba llevar por sus instintos.

Llama Prohibida - Aegond (aegon x aemond)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora