Capitulo 8. Mi pequeño infierno

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He terminado en el hospital tratando de quitarme la vida, tubos en mi garganta, personas a mi alrededor hablando e intravenosas en mis manos, solo un pequeño murmullo de todas las voces a mi lado, los sollozos de personas preocupadas porque no muriera, pero ¿para qué?, es la cuarta ocasion en que esto pasa aunque la primera en que casi logro mis acometidos.

Cada noche desde que tengo seis años lloraba después de que todos durmieran, durante mucho tiempo callé mis sentimientos, durante el día no habia momento en que la tristeza no estuviera a mi lado incluso sin razón, correr al baño para mi era un alivio cada tarde, una liberacion apareció después del desahogo de cada tarde escondida en cuatro paredes, una niña que necesitaba protección se refugió en si misma como una tortuga en su caparazón, suplicaba cada noche que aquel monstruo no despertara para dañarme, dormía con mi madre y a pesar de su presencia parecía que estaba más indefensa que nunca, nada lo detenia cuando la maldad se apoderaba de su ser.

Mi primer ataque lo tuve cuando tenia ocho, era como si mil voces entraran en mi cabeza, sólo una niña tratando de lidiar con miles de pensamientos, a partir de ese momento cada día tenia uso de razón de todo lo que pasaba conmigo.

El simple hecho de que una persona estuviera cerca de mi me aterraba de la manera más indescriptible, el transporte público pareciera el mismo infierno, cada persona que se me acercaba tenía la cara de un depredador, la ansiedad que entraba en mi cuerpo no había manera de controlarla, pensaba en que me harian daño o pensaba en el terrible accidente en el que todos moririamos, la comida a veces parecia un refugio y otras una condena, en alguna época comí en exceso como si me quisiera comer todas mis emociones y sentimientos, pero en algunas otras vomitaba todo lo que entraba a mi boca, mi cabeza no paraba de pensara en que cada cosa que entraba a mi cuerpo era una caloría mas que me hacia ver gorda y horrible, "al salir del hospital ese sentimiento ha vuelto, la comida pareciera una condena", todos mis compañeros en la escuela, mis maestros, incluso mi familia murmuraban siempre acera de mi cuerpo, siempre fui del agrado de las personas , sin embargo, lejos de ellas las voces de ellos resonaban en mi cabeza sin saber como evitarlas.

Mi cuerpo no era mas mío que del mundo, las palabras en la mente solo generaban maleficios.

Las expectativas en mi persona eran altas y bajas a su vez, todos decían que aunque sea terminara la secundaria, pero al mismo tiempo esperaban que fuera excepcional en todo lo que hiciera pues las palabras de aquellas personas siempre van a estar grabadas en mi memoria: "tu madre se esfuerza para darte todo, la escuela, comida y una casa, tu única obligación es obedecer sin dar problemas y estudiar" , he estudiado algo que odio simplemente porque "debería estudiar para no morirme de hambre", siempre decían que estudiara algo para tener de que trabajar pero cuando externe mis deseos simplemente pensaban que era demasiado para mi, no pensaban que fuera capaz de terminar lo que eligiera, ni que tuviera a capacidad para lograra lo que queria y de las opciones faciles que me dieron escogí la mas difícil simplemente para demostrarles que era mas capaza de lo que pensaban "la frustracion ha contribuido a mi locura, solo por satisfacer a los demás antes de mi"

Romantizar la ansiedad y la depresión es la estupidez más grande que han creado, una persona que esta rodeada de su familia pero en el interior hay un sentimiento profundo de soledad, no sabes como combatirlo, o que aun estando con sus amistades las ganas de llorar y derrumabrse se apoderan de ti, nadie sabe lo que es estar en la soledad y empecezar a escuchr voces que hablen del pasado, recordando momentos que han herido el alma de una persona, escuchar a aquellos que se han desepcionado de ti, a quienes se burlaron, tener todas esas voces al mismo tiempo en la cabeza y empezar a culparte de todo aquello que ha pasao, creyendote incapaz de lograr tus metas, sientiendo un enojo contigo misma o incluso con la vida, com una bomba de tiempo que esta siempre al borde de explotar, nadie sabe lo que es tener una crisis en la que lo único que pueda traerte a la realidad sea el dolor de las autolesiones o estar en el piso tapando los oidos y jalando el cabello para calamar todo lo que nadie escucha, estar en crisis llorando de una manera maníaca, una vida teniendo una enfermedad mental no es una vida, cada persona que esta viviendo de esta manera lo unico que hacemos es intentar sobrevivir cada día, luchamos para no terminar con nuestra vida.

Tomo siete pastillas al día para no volver a matarme y en lo único que pienso es en morir, quisiera huir de la vida que me ha tocado y la sanación parece tan lejana e imposible, cada palabra de apoyo que me dan suena como una estupidez para mi aunque se que algu dia tendre que mejorar.

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Aún no he muertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora