Capitulo 5.1 Los hijos

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De los primeros años no recuerdo realmente mucho, sólo que solía jugar con ''R'', quien era tres años menor que yo, nos llevábamos bastante bien, incluso con sus hermanos, los cuales fueron naciendo mientras mi mamá trabajaba con su familia, sin embargo, también estaban las dos hijas de la señora ''S'', al principio me trataron bien, pero ellas eran mayores y yo una intrusa en su casas, así que me trataron como tal; la mas chica ''G'' era la que solía empezar los golpes o insultos y ''J'' la mayor, siempre la seguía.

Recuerdo que cuando pasaba algo y yo las veía, amenazaban con pegarme si algo decía, el problema es que a mi no me enseñaron a decir mentiras en una casa que no era mía, aún cuando no las acusaba, si su madre se enteraba de sus travesuras me culpaban a mí o en todo caso se desquitaban conmigo, aunque claro, toda moneda tiene 2 caras, cuando querían eran lindas y amables, incluso me caían bien, pero cuando no solían dejarme marcas en los brazos.

Recuerdo la vez que ''G'' quería ''jugar'' conmigo, estábamos en su casa y mi mamá lavaba la ropa mientras yo estaba sentada a su lado, fue conmigo y me jaló para que la acompañara, aunque para ese punto ya sabia cuando la palabra ''jugar'' significaba golpes o pellizcos o realmente jugar, así que dije que no quería, pero mi madre quien ignoraba lo que sucedía con ellas y la razón de mi temor ante tal petición igual insistió, decía que fuera con ella para no aburrirme, así que no tenía muchas opciones, me llevó hasta la sala y nunca voy a olvidar lo que me dijo: que no podía negarme a algo que ella me pidiera, pues yo sólo era la hija de una empleada, si mi madre tenía trabajo ella podía hablar con la suya para que a la mía la despidieran, pues ella podría lograrlo con sólo pedirlo; ahora sé que eso no era verdad, pero para una niña de 7 años esas palabras eran muy reales, siempre escuchaba a mi madre quejarse por dinero, sobre su preocupación por la renta, la comida o el gas, así que yo no podía ser la causa por la que la que no tuviéramos sustento.

También hay un recuerdo muy particular de ''R'', fue el único con el que siempre sentí que me llevaba bien, sin embargo, después del nacimiento de su hermano ''P'' se volvió más intolerante e incluso grosero; una tarde, jugábamos como siempre en casa de su abuela, en el cuarto de planchado, había un juguete de una casa el cual podíamos abrir y cerrar, algo le dije y cuando menos me di cuenta ya había apachurrado mis dedos en el juguete, aguanté el dolor hasta que los pude soltar, después él hizo lo mismo que sus primas acostumbraban: me dio un fuerte pellizco en el brazo y una patada tan fuerte en la espinilla que el dolor me hizo cojear uno o dos días, yo tenía 8 años y el 5, pero me sentí como si fuera una niña de 2 que no sabe qué hacer, me sentía acorralada por alguien más grande que yo, recuerdo que bajé corriendo las escaleras y me senté en uno de los sillones de la sala, sollozando por el dolor de las marcas que tenia en el menor silencio posible, no se si por el enojo o por el dolor se lo dije a su madre, la señora ''F'' simplemente se empezó a reír y dijo algo que no recuerdo muy bien, sentí enojo recorrer todo mi cuerpo, así que me escondí en el baño para poder llorar sin que nadie me viera, pues no quería parecer una niña débil.

Hoy entiendo el por que de muchas de sus acciones, sin embargo, no me lastimaron a mi, lastimaron a una niña que solo fue capaz de guardar momentos infelices en su memoria y ellos fueron causantes de varios.

No solo dejaron una huella, dejaron una cicatriz.

Aún no he muertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora