Capitulo 9. Él

21 1 0
                                    

Tenía cuatro años cuando en la cocina de un linda casa conocí un niño tímido diez años mayor que yo, fue presentado como mi hermano, sentía una especie de aborrecimiento por parte de él pero yo que sabía sólo tenía cuatro años.

La primera vez que recuerdo haber estado atrapada entre sus brazos fue un domingo, mi madre había salido a trabajar, yo aún estaba acostada y el fue a hacerme compañía se metió entre las cobijas y me abrazó, con una de sus manos me hacía cosquillas y poco a poco la iba introduciendo debajo de mi ropa hasta que su mano acariciaba mi pecho debajo de mi pequeña playera. Tenía cinco años.

Pensaba que era normal hacer eso entre hermanos, nadie me enseñó lo contrario y me dió miedo preguntar.

La siguiente vez que más recuerdo fue en presencia de mi madre, aunque claro ella no veía nada, estábamos en su cama recostados, bajó mi pantalón y ropa interior  estaba de espaldas a él y él igual bajó el cierre de su pantalón, sentí como aquello que tenía entre las piernas me rozaba en la parte de atrás. Tenía seis años.

No se cómo me quedé callada, pero para ese momento ya me tenía tan acostumbrada .

Recuerdo que cada vez que estábamos sentados juntos siempre tocaba mis piernas, las acariciaba de un manera muy sugerente pero les recuerdo que yo no tenía ni más de diez años y mi madre siempre lo veía.

Ahora se que nada era normal.

Una noche de sábado antes de que mi madre  llegara el me había quitado toda la ropa y no tenía nada de la cintura para abajo, para ese tiempo varias ocasiones me había penetrado y esa vez no fue la excepción sin embargo hubo algo más, fue empujando mi cabeza para abajo hasta qué estuve a la altura de su miembro y me obligó a abrir la boca para chuparlo, era algo asqueroso para esa edad.

Nunca podré borrar ese día.

Después llegaron las noches de desvelo,  no podía dormir hasta tarde pues él siempre era el primero en levantarse para calentar su agua e ir a trabajar, sin embargo, en esos minutos cuando mi madre aún dormía el iba a mi lado de la cama,  me destapaba con cuidado y metí su mano debajo de mi ropa interior para acariciarme, y eso era cada día desde que descubrió que no decía nada cuando pasaba, cada vez que lo escuchaba despertar abrazaba fuertemente a mi madre y me enrredaba en la cobija, pero eso no lo detenía.

¿Por qué mamá nunca despertó primero?

La última vez que lo hizo tampoco la voy a olvidar, entré a su cama por mi  voluntad, una parte de mi sabía lo que podía pasar, pero la otra parte decía que  había cambiado y que ya no sería igual, así que le dí la oportunidad, la oportunidad de violarme por última vez, en algún momento me quedé dormida y cuando desperté mi ropa ya no estaba y el estaba intentando penetrarme, no dije ni hice absolutamente nada, ¿Qué podía hacer?, cuando terminó solo fingí que nada había pasado y esa fue la última vez.

Fue mi culpa.

"Era la niña callada que obedecía en todo y no daba problemas,"

Aún no he muertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora