Capítulo 4.

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[Heemang, Corea del Sur.]

A la mañana siguiente, el sol se levantaba lentamente sobre la hacienda Moonshine, disipando la oscuridad de la noche anterior. El aire estaba cargado de una quietud pesada, interrumpida solo por el suave sollozo de ByulYi, quien estaba sentada en la entrada de la hacienda, jugando con una piedra entre sus dedos mientras su corazón se desgarraba en un dolor silencioso.

Vestida de negro, ByulYi había pasado por el funeral y la sepultura de su amada hermana Chaewon, su única familia. El motivo que la había hecho regresar a ese lugar que tanto le dolía nuevamente volvía a quitarle lo que más había amado, su familia. Primero la madre de Chaewon, luego su propia madre, luego su padre y ahora su hermana.

¿Acaso aquellas tierras que su padre tanto amó estaban malditas? ¿Por qué ese lugar le quitaba todo lo que amaba?

Minhyuk y Jisoo se acercaron a ella, ByulYi levantó la mirada, encontrándose con los ojos comprensivos de Minhyuk y Jisoo. Agradeció el gesto, sabiendo que su presencia significaba mucho para ella en ese momento tan difícil.

—Gracias por estar aquí. —dijo ByulYi con voz temblorosa, sus ojos aún enrojecidos por el llanto. —Por quedarse aquí y... apoyarme con todo lo del funeral.

Minhyuk asintió con tristeza.

—Adoramos a Chaewon tanto como tú. Era lo mínimo que podemos hacer es estar a tu lado en estos momentos. —respondió con sinceridad. —Ahora tu hermana está descansando en paz.

—Me iré con Minhyuk al pueblo, estaremos dándote tus vueltas. —comentó Jisoo agachándose para tocar el hombro de ByulYi. —La vida me quitó a una amiga, pero sabes, me la volvió a reponer.

ByulYi le dedicó el fantasma de una sonrisa a la pelinegra, se puso de pie, sintiendo el peso de la tristeza en cada paso que daba. Antes de entrar en la hacienda, Minhyuk la detuvo suavemente.

—Espera un momento, tengo algo para ti. —dijo Minhyuk caminando hacia dentro de la hacienda, ByulYi olvidó un momento su tristeza y caminó detrás de su viejo amigo.

Llegaron al despacho que fue de su padre, estaba en un estado de decadencia, las paredes cubiertas de polvo y las estanterías llenas de libros y documentos antiguos. ByulYi observó con tristeza la habitación, recordando cómo solía ser un lugar de actividad constante cuando su padre estaba vivo.

Minhyuk la condujo hacia el escritorio de su padre, donde una silla de cuero vieja y desgastada estaba frente a él. Abrió un cajón y sacó un sobre amarillo, ofreciéndoselo a ByulYi.

—Chaewon me pidió que te diera esto. —explicó Minhyuk con suavidad.

ByulYi tomó el sobre con manos temblorosas, sintiendo una mezcla de emociones en su interior. Agradeció a Minhyuk con un gesto de cabeza preguntándose qué había dentro, con un esfuerzo sobrehumano acompañó a Minhyuk de regreso a la entrada de la hacienda, donde Jisoo los esperaba.

—Gracias por todo. —dijo ByulYi con gratitud, sus ojos estaban vacíos y su corazón se rompió cuando ambos amigos la abrazaron.

Minhyuk y Jisoo se despidieron de ella, dejándola sola con sus pensamientos mientras entraban en la distancia.

ByulYi agachó la cabeza sintiendo como el sol comenzaba a provocar un calor infernal, se adentró a la hacienda para dirigirse a la habitación que había sido de su hermana.

Cerró la puerta de la habitación de Chaewon detrás de ella, sintiendo una mezcla de nostalgia y dolor al entrar en ese espacio que alguna vez había sido el santuario de su hermana. Ahora, era suyo. Se sintió abrumada por toda la responsabilidad que caía sobre sus hombros ahora, era la última Moon viva, no iba a permitir morir sin ver crecer aquellas tierras, aunque no estaba segura si su dolor sería más grande y poderoso que su voluntad.

❝La Mentira❞ ❲moonsun❳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora