—¿Enfermera puede decirme cómo sigue mi esposa? — Escucho a mi padre preguntar alterado por la situación y la incompetencia del personal médico del hospital.—Señor Brenaman, no estoy autorizada para dar información— le increpa está en su defensa y mi padre hace un quejido. —En unos minutos el Doctor encargado de la operación de su esposa bajará y les informará como ha salido todo— finaliza la enfermera.
—Ya hace 20 minutos que nos haz dicho lo mismo— Interviene mi hermano mayor Leonel.
Yo solo los observó callada, sentada en las sillas metálicas frías y rígidas que me cansan el trasero, respirando entre cortado por que me desagrada el olor del pasillo de espera del hospital, que es como una mezcolanza entre olor a sufrimiento, tristeza, desesperó y muerte que se camuflajea con los líquidos limpiadores.
Estoy asqueada de tanto esperar, pero trato de ser invisible para mí familia en estos momentos, Yo solo quiero ver a mamá y contarle lo que me ha pasado en la primaria, que una niña más grande que yo, que me supera por mucho en tamaño y estatura se a burlado de mi por ser pequeña y un tanto torpe, cualidades que no son erróneas en mi, pero mi mami me las hace ver cómo aspectos especiales y únicos en mi, y deseo con todo mi corazón escucharla decirlo.
Mi padre y mi hermano siguen aún en la contienda de palabras con la enfermera que se niega a dar información sobre la salud de mi madre hasta no llegar el Doctor George Variel, se su nombren por que lo he memorizado con solo ver su gafete en la primera consulta que asistí con mi madre.
—Exijo una respuesta sobre mi esposa— el tono de mi padre es más brusco y todos en el pasillo se ven atraídos por la situación que se presencia en el.
—Señor Bre... — no termina de decir la enfermera cuando aparece el Doctor Variel.
—Señores— interviene este en son de paz.
—Doctor disculpe el bullicio— salta mi padre a su defensa. —Solo entienda que ya han pasado 4 horas y no sé nada de mi esposa— aclara aterrorizado.
—Comprendo, discúlpeme por la tardanza y por ser portador de malas noticias— manifiesta el doctor y el pasillo queda en total silencio como cuando te colocas audífonos que son aislantes de ruido.
—¿Que quiere decir con eso? — dice mi padre con un hilo de voz.
Yo solo me quedo en shock sin gesticular o hacer algún intento de moverme, solo puedo respirar fuerte y procesar lo que escuche.
—Familia Brenaman la Señora Kate está en coma— mi padre y mi hermano solo se miran sorprendidos. —No estaba resistiendo la operación e hicimos lo que pudimos, mis más sinceras disculpas— termina de decir.
Yo solo intento mantenerme de pie lo más posible, pero no pude, me desvanecí con solo el resonar de los No en mis oídos provenientes de los quejidos de mi padre y hermano que rompen mi incredulidad por el estado de salud de mi madre, simplemente me sumerjo en una oscuridad sin hacer nada.
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littera de lágrimas
RomanceLittera de lágrimas Cuando el torbellino de sentimientos solitarios nos acuna, plasmar a puño y letra cada detalle de la murria es liberador. LITTERA DE LAGRIMAS trae una historia de una chica llamada Cindy Brenaman que desde la edad de once años de...