Heredero a la Oscuridad. Harry Potter (Haphne)

Capítulo 3: Adopción y presentación

Harry estaba sin palabras mientras admiraba la Mansión Ryddle.

Era una gran casa de al menos siete pisos. En la entrada había un gran jardín, con el césped cortado de manera simétrica y con flores y árboles repartidos por la zona. En el medio del gran jardín se encontraba una gran fuente de mármol blanco, expulsando agua del color más puro posible. En la cima de la fuente se encontraba la escultura de un hombre, claramente un mago, aplastando con el pie a otro más: un muggle.

Había una cerca de metal, probablemente plata o acero, rodeando la propiedad, que Harry estaba seguro se extendía más allá por detrás de la mansión. En la entrada de la cerca empezaba un camino, hecho de piedras cuidadosamente colocadas de manera uniforme, que iba hasta la entrada de la mansión y rodeando la fuente.

"Sígueme."

La voz de Lord Voldemort sacó a Harry su estado de asombro y admiración. Harry subió la mirada hasta él y vio su pequeña de satisfacción en sus labios, como si le gustara ver la impresión.

"Esto solía ser un hogar muggle." dijo Voldemort mientras se dirigían hacia la entrada de la mansión "Maté a los propietarios anteriores y la establecí como mi base de operaciones. Le hice modificaciones para que fuera el verdadero hogar de un mago. Un ejemplo es la escultura sobre la fuente. También la amplié en gran medida, tanto por fuera como por dentro." esto sorprendió a Harry, pues la mansión ya era grande por fuera, pero según Voldemort lo era aún más por dentro "Aquí también" continuó Voldemort "permito alojarse a algunos de mis más fieles seguidores y es donde tengo las reuniones con ellos."

Harry absorbía la nueva información como una esponja. Quería estar todo lo bien informado posible para empezar esa nueva etapa de su vida. Estaba determinado a satisfacer a Voldemort lo máximo. El hombre (si así se le podía llamar) lo había encontrado y le había dado una nueva oportunidad en un lugar donde no sería rechazado. No iba a desperdiciar su ocasión decepcionando a Voldemort. Iba a hacer que el Señor Tenebroso no se arrepintiera de haberlo traído.

"Entra." dijo Voldemort cuando estaban en la entrada.

Harry entró y se encontró en un gran recibidor. El suelo estaba hecho de caoba africana y las paredes de mármol blanco como la nieve. Había un gran tapete de color verde y detalles plateados y varias puertas para llevar a varios lugares de la mansión.

"Ven."

Harry obedeció sin decir nada y siguió a Voldemort por las habitaciones. Apenas tenía tiempo de ver las habitaciones y pasillos por los que pasaban debido a la velocidad de Voldemort a la hora de recorrer los lugares. Harry tenía que seguirle el paso para no perderse y no podía admirar como era debido los lugares por los que pasaba. Pudo distinguir algunas bibliotecas, algunas salas de entrenamiento y algunas puertas cerradas con llave.

Finalmente, Voldemort se detuvo frente a una puerta negra de metal. Hizo un movimiento con la mano y la puerta se abrió, dando paso a unas escaleras que bajaban. A Harry no le dio muy buena sensación, pero siguió a Voldemort de todas maneras.

Llegaron a una habitación completamente negra y con poca iluminación brindada por antorchas con fuego verde. En el medio había un pequeño pedestal que tenía incrustado un cuenco del tamaño de un olla.

"Ahora vamos a hacer el ritual de adopción." le dijo Voldemort y a Harry se le iluminaron los ojos. Tendría una nueva familia. Un nuevo padre que sí lo querría por quién es "Es muy simple, en realidad." prosiguió el adulto, conjurando un cuchillo plateado y afilado "Nos tenemos que cortar las palmas con este cuchillo y dejar que nuestra sangre se mezcle en el cuenco. Haré un corto ritual y luego te beberás la combinación." ante esto, Harry hizo una cara asqueada, pero se fue rápidamente al recordar lo que conseguiría tras el ritual "Luego nos daremos las manos, aún cortadas por el cuchillo y nos aceptaremos como padre e hijo el uno a otro."