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Año 2017

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Año 2017

Abril había llegado y con el los 18 de Laila, era una fecha muy importante según sus amigos y su familia, pero la chica no quería tener nada que ver con ello.
Estaba harta de todo y de todos y yo se que se preguntaran que habra pasado, no?
Digamos que después de lo que paso en el 2014 nadie fue mucho más fácil para nuestra rubia, volvio a hacer una y otra vez las pruebas de para poder entrar a la formula 3 y seguían rechazándola.
Ya estaba cansada, y lo que primero eran chistes amargos como mecanismo de autodefensa ante la frustración, se volvieron pensamientos ansiosos que molestaban todas las noches que ella no podía dormir
Sumado a eso tenían otra derrota más con la selección, la Copa América 2016 no fue buena para el seleccionado argentino, dando como ganador a Chile y dejando a un Lionel Messi agotado por los comentarios y afirmando su salida del equipo. Laila y sus hermanos estaban sorprendidos, no entendían nada ¿Cómo el capitán de su selección los estaba abandonando de esa forma? ¿Cómo era posible que se rindiera así y lo siguieran bardeando?
Ahora Laila lo entendía, cuando alguien esta tan agotado mental y físicamente por no lograr algo, la mente cree que es imposible, vos mismo crees eso y ahí es donde comienzan a crecer las dudas e inseguridades. Como una canilla que gotea y molesta, pero esa gota de repente comienza a ser cada vez más grande y rápida, y ya no podes arreglar la canilla porque te estas ahogando.
Era obvio que ella entendía, la llevaban rechazando más de 5 veces seguidas, ya no daba más, quería tirar todo y encerrarse hasta que todo terminara. Pero había algo que no la dejaba abandonar por completo, un recuerdo, un pensamiento que provenía de esa Laila de 15 años, aquella niña ingenua que todavía tenía esperanza en un mundo mejor.
"Ja, si le dijeran..." pensó la rubia, pero ella recordaba claramente cual era ese pensamiento, después de mandarle ese mensaje a los jugadores ella creyó que algún día se les iba a dar pero que eso siempre tenía que venir de la mano de no soltar nunca esa meta.
En ese momento Laila se sintio mal, sintio culpa, ¿cómo era que ella había tirado todo así nomas? No podía ser, ella tenía el carácter para lograrlo, tenía una familia que la apoyaba (cosa que no muchos puede tener) y aún así estaba ahí tirada en la cama, llorando y replanteandose el seguir yendo a entrenar.
Eso le hizo un click en la cabeza, era obvio que iban a haber días o momentos duros y si ella estaba ahí tirada no iba a solucionar nada. Ahora más que nunca era cuando se tenía que levantar y seguir, aunque sea por sus sueños y lo que buscaba representar, por eso mismo se levanto pero antes le hizo una promesa, o más bien una amenaza, al destino.

L: Basta, no puedo seguir acá tirada como morza, pero te aviso una cosita che (apuntando al techo) si yo sigo yendo a este coso y llego a algún lado, tenemo' que ganar pa, no puede ser que este chabon haya dicho que se quiere ir, así no va.

...

L: Ay dios Laila no das más de pelotuda, ¿quién pensas que te iba a contestar? ¿Dios? Ya quisiera yo mira. Bueno basta de hablar sola que tan loca todavía no estoy.

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