El Río De Sangre.©. #PGP2024

Capítulo 10.

Transcurso de diez días.

Jade había pasado varios días encerrada en su habitación, Blake al pasar por ahí escuchaba gritos desgarradores, sollozos y a veces hasta gruñidos. Katie trato de que la castaña saliera Pero ésta no lo hizo, pasaron los días, ella nisiquiera comía. Nick era quien se preocupaba por ella, y pasaba horas hablándole a través de la puerta, susurrándole que él estaba ahí para ella, que no estaba sola. Que una de las cosas que ella tenía es que era fuerte y podía con lo que fuera.

Y aunque Nick no lo supiera, Jade siempre lo escuchaba en silencio, recostada en la puerta de su habitación con la cabeza escondida entre sus rodillas. Y aquellas palabras, le ayudaron mucho.

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Benjamín estaba con Scott, el mismo estaba hablando con él sobre las cosas básicas para desarrollar las fortalezas.

—Tú, y Blake, tienen fortalezas ocultas, las tienen desde que llegaron aquí.

—¿Eso es posible?

—Sí, Tu hermana por ejemplo. Tiene un aura muy extravagante. Con un resplandor poco común. Tú, en cambio tienes un aura oscura y misteriosa.

Benjamín ladeó la cabeza.

—¿Y eso es malo? —cuestiona.

Scott niega con la cabeza.

—Lo malo sería que tuvieras un aura asesina, como la tienen los oscuros.

Llevaban ya varios días en Kain, y para Ben todo eso seguía siendo extraño para él.

Scott lo notaba, y sería paciente con los hermanos Corven.

Jade llegó unos momentos después junto con su hermana, la cual se encontraba cabizbaja y con lágrimas secas en sus mejillas. Ben ladeó la cabeza y frunció el entrecejo.

Quiso acercarsele pero la castaña alzo una de sus manos. Indicándole que se quedara donde estaba.

—Quedate quieto Ben, cierra los ojos.

—Pero...

—Hazle caso Benjamín. —Dice Blake en un hilo de voz.

Soltó un quejido en forma de queja e hizo caso a las palabras de la castaña y cerró sus ojos.

Jade acercó dos de sus dedos -el índice y el Medio- a la cien de Benjamin, apenas tocó ésta los alejó, los movió en un medio círculo, pudo ver cómo a medida que los iba moviendo una nube color blanco, la cual era luminosa, se posicionó frente al chico.

—Abre los ojos. —susurra Jade.

Ben obedeció y vio la nube frente a él.

Al parecer era una ilusión.

Una mujer de cabello negro, y ojos marrones recostada en una cama con un bebé en brazos. Un varón, envuelto en una manta de color blanco, lo arrullaba en sus brazos mientras tarareaba una canción no entendible. La canción se le hacía familiar.

Se dió cuenta de que la mujer era su madre y el bebé era él. Lo que veía era un recuerdo.

Sus ojos picaron al ver ese recuerdo que no sabía que existía. Si hermana se acercó a él, algo extrañada por no ver nada en el ambiente Pero suponía que era algo que solo el dueño de los recuerdos podía ver.