¿Alguna vez te has enamorado de alguien a primera vista, pero sabes que una relación con esa persona es imposible? Eso fue exactamente lo que me pasó a mí.
Una tarde, mientras estaba maratoneando una serie, recibí una notificación de la preparatoria en mi correo. Decía: «Saludos cordiales, este ciclo escolar, realizaremos intercambios con otros institutos. Si estás interesado, favor de responder este correo. Sin más que decir, me despido. Atentamente, directora Angélica Mata».
Eso me tomó por sorpresa; pero mi prima Luciana y yo aceptamos. Ella no solo es mi prima, sino también mi mejor amiga. Ha estado conmigo y me ha apoyado en todo desde que éramos niñas. Haría cualquier cosa por ella.
A los 10 minutos, subieron las listas. Me asignaron en la preparatoria Colegio Élite. No me importaba que tuviera que hacer amigos de nuevo; eso se me da fácil. Lo único que quería saber era a qué preparatoria habían enviado a mi prima.
De inmediato, le envié mensaje a Luciana «Ya subieron las listas donde te indican a qué preparatoria te asignaron. ¿A cuál te mandaron?».
A los 15 minutos, recibí su respuesta: «Vaya, ya vi y estoy en el Colegio Élite». Esa respuesta me hizo sentir aliviada.
Una vez resuelta mi ligera preocupación por el destino de mi prima, me enfoqué en realizar mis actividades y prepararme para ingresar a mi nueva escuela. Antes que nada, terminé de ver el maratón de mi serie favorita "Enemies".
Estaba un tanto nerviosa por el cambio de escuela, ya que entraba en un mes, y un mes pasa volando. Para distraerme, organicé mi mochila y mis materiales.
Decidí aceptar el intercambio, esperaba que me ayudara a empezar desde cero. Tengo mala suerte con los chicos; cada vez que intento tener una relación con alguien, simplemente se arruina, como si tuviera una maldición encima. Con suerte, en el nuevo colegio podría conocer a alguien que me haga sentir única y que todo sea mutuo.
Al día siguiente, recibí una llamada de Luciana. Emocionada, me invitó a vacacionar con ella y mis tíos a Nueva York por un mes. Regresaríamos un día antes de iniciar el ciclo escolar.
Partimos ese mismo día por la noche hacia el aeropuerto. Llevé mi tableta y audífonos para ver películas durante el viaje. Cabe mencionar que soy muy fan de una saga de películas de Ronny Trotter, un niño que quedó huérfano desde su nacimiento y fue dejado al cuidado de sus abuelos. El culpable de que Ronny se quedara sin padres, fue culpa de Valdemar, convirtiéndose en su némesis y dejándole un sello de maldición a Ronny en el brazo. He visto la saga completa miles de veces, claro está que esta vez no sería la excepción.
A mis anteriores pretendientes no les agradaba que me gustaran ese tipo de películas, decían que era muy friki para ellos. Decían que estaba obsesionada con Ronny Trotter, aunque quizás sí, quizás no; a lo mejor y yo misma no lo veía así. Eso me afectó bastante, pues me afectaba demasiado mi autoestima y mi confianza en mí misma.
Que me gusten eso no tiene por qué definir por completo mi personalidad. Creo que nunca me conocieron los suficiente como para juzgarme sin saber. Eso me hace pensar que no eran las personas adecuadas para mí, y qué por algún lugar de este mundo, esté esa persona, la que no me juzgará por mis gustos y preferencias. Quisiera tener mi "romance adolescente" de una vez por todas.
Después de 5 horas de vuelo, por fin llegamos a Nueva York. Lo primero que hicimos, fue dirigirnos al hotel donde hicimos nuestra reservación y descansar un poco del arduo vuelo que habíamos tenido. A continuación, les haré un pequeño resumen sobre todo lo que hicimos durante nuestras vacaciones en La Gran Manzana de Cemento.
Primero pasamos por Times Square y fuimos a un restaurante a desayunar. Luego disfrutamos de algunos eventos callejeros, como actuaciones musicales y artistas callejeros. También aprovechamos la oportunidad de tomarnos selfies con los icónicos letreros, especialmente el de ¨I Love New York¨.
Por la noche, fuimos a un club nocturno donde disfrutamos de espectáculo de comedia. A demás nos presentaron eventos culturales relacionados con Nueva York en el mismo lugar.
También fuimos varias veces a Centra Park para correr en bicicleta y también caminar. Estuvimos en Coney Island, visitamos el Empire State Building, Chrysler Building y la Estación Central, disfrutando de las impresionantes vistas que ofrecen.
En nuestra última semana en Nueva York, fuimos al Puente de Brooklyn Bridge para disfrutar de las vistas del skyline de Manhattan. También visitamos unos de los monumentos nacionales más famosos del mundo, la Estatua de la Libertad, donde tomamos fotografías. Descubrimos que hay un museo dedicado a la estatua, donde te cuentan la historia y lo que representa este emblemático monumento.
Por último, fuimos a Broadway a disfrutar de una emocionante función de teatro musical llamada ¨Sueños del bosque encantado¨. La historia seguí a una chica llamada Luna, una joven valiente que se aventura en el Bosque Encantado tras encontrar un antiguo libro de cuentos. En su viaje, conoce hadas, duendes y criaturas mágicas. Juntos, enfrentan desafíos para salvar el bosque de una amenaza oscura y restaurar la magia perdida. Con canciones encantadoras, el musical celebra la amistad y el poder de los sueños.
Nos maravillamos con las increíbles actuaciones, los impresionantes decorados y la magia del decorado. Fue una experiencia única que nos dejó sin aliento. Al siguiente por la mañana, regresamos a casa, llevando con nosotros recuerdos inolvidables de nuestra increíble aventura en Nueva York.
Faltaba un día para el inicio de clases, como ya tenía todo organizado, solo disfruté de la hermosa tarde, ayudando a mis papás con los quehaceres, y otras pendientes, dentro de mis posibilidades, por su puesto. Llegó la hora de dormir y solo pensé «que mañana pase lo que tenga que pasar».
La alarma sonaba, eran las 5 de la mañana. Me sorprendió sentirme cansada después de haber dormido nueve horas. Decidí tomar una ducha para aliviar el cansancio antes de dirigirme a mi nueva escuela.
Encontré a Luciana en la entrada de la preparatoria y resulta que también quedamos en el mismo grupo. Después de las clases, conocimos a Diana, una chica de nuestra clase. Nos agregamos en Facenote para estar en comunicación. Fue la primera amiga que hice.
Por la tarde, recibí un mensaje de Diana que me pareció algo extraño, ya que no sabía de qué se trataba. Al leerlo, decía «¡Hola Daniela, que tal! ¿Te interesaría conocer a un chico? Mi novio dijo que es súper buena onda».
No sé qué me hizo dudar, tal vez sea porque no conocía al chico, no podía solo quedar como una cita a ciegas. Temía por que no fuera de mi agrado y no saber cómo reaccionar.
Mientras pensaba en todo, Recibí otro mensaje de Diana que decía: «No te preocupes, Luciana ya aceptó. De todas formas ¡Gracias!».
Al día siguiente en el colegio, vi que Luciana estaba con Diana y otros chicos. Me acerqué y les pregunté qué estaban haciendo.
—¡Hola Dany!, estamos esperando a que llegue el amigo de Sebastián, me lo van a presentar, y quizás sea mi novio —dijo Luciana de manera emocionada, con una expresión de ilusión en su rostro.
—¡Oh, eso suena genial! Ja, ja, ja —reí de manera un tanto incómoda.
En ese momento, el novio de Diana llamó a un chico para que se acercara. Los demás se molestaron al descubrir quién era ese amigo y decidieron apartarse, despidiéndose de nosotros.
Luciana y yo estábamos confundidas, pero cuando el chico se acercó, noté que tenía un parecido conmigo que nos permitía empatizar. A demás, sus ojos eran encantadores y me hizo sentir enamorada a primera vista. Sin embargo, toda esa la ilusión se desvaneció cuando Sebastián dijo:
—¡Qué tal Bael! ¿Recuerdas a la chica que te mencioné anoche? —preguntó Sebastián con emoción —Te presento a Luciana, Luciana te presento a Bael —dijo de manera alegre.
No esperaba que exactamente él fuera el nuevo pretendiente de Luciana. Sin decir una sola palabra, me retiré al baño, dejando que Luciana y Bael se conozcan.
Mientras salía del baño, escuché que hablaban mal de Bael. Al parecer tenía mala fama; no podía creer las cosas que decían de él. No lo sacaban de patético y perdedor.
Sin razón aparente, me enojé y lo defendí vehementemente. Hice tanto ruido que todos se quedaron mirándome fijamente, incluido Bael. Podría jurar que por primera vez alguien lo defendía de esa manera. Yo solo me sonrojé y, de nuevo, sin decir una palabra más, me dirigí directo al salón.
ESTÁS LEYENDO
Amor de Ayer
RomanceBael, un chico odiado por muchos, y Daniela, una chica amada por muchos, se conocen por medio de unos amigos y comienzan a experimentar sentimientos confusos el uno por el otro. A medida que su relación se desarrolla, enfrentan desafíos que ponen a...