*Narra Sammy*
Sí que es raro ver a esta gente pasar por lo que yo pasé. Es divertido.
Me acerqué con absoluto control de mí mismo hacia una de esas almas en pena. Ésta mataba a su hermano, con un arma.
Le miré.
-Lo siento, hermano... pero te lo mereces. Mereces morir por tus actos.
Alaridos desesperados en lugar de palabras. Casi inentendibles.
Le disparó en la cabeza.
Cayó de rodillas, y con la misma arma, se disparó a sí.
Genial. Es como mi historia: por una razón justa y debido a sus actos asesiné a un familiar, y luego de arrepentirme hasta la desesperación, me pegué un tiro en la sien.
Cool.
Todo se regeneró y volvió a su puesto inicial, para reiniciar su cometido.
-Ayúdame. Tengo años en este cuerpo, esto no es justo.
Oí su voz, la del alma en pena. La voz de adentro.
-Lamento no poder ayudarte, criatura. Pero lamento aún más que no seas capaz de verlo.
-¿Ver qué?
-Ver que la única ayuda que puedes recibir es la tuya propia. Sólo tú puedes ayudarte. Más no eres lo suficientemente capaz. Y quizá tu castigo no es revivir una y otra vez los actos que cometiste, sino un castigo aún peor... No ser capaz de lograr escapar de él.
-DIME CÓMO.
Un placer inmenso estalló en mí.
-No- le dije con una sonrisa maliciosa-. A mí, nadie me dijo cómo escapar, cómo ser libre. Así que arréglatelas sin mi ayuda- me retiré.
-No, no, no, no, no, no. VUELVE, POR FAVOR, HARÉ LO QUE QUIERAS.
-¿Cómo?- le miré, burlándome- dentro de ese cuerpo, dudo mucho que puedas obedecer alguna órden mía.
Reí a carcajadas. Me burlaba de esa alma por no ser como yo.
Por no ser fuerte y capaz.Fui en busca de Sheila.
Tenía que volver a engatusarla.
Sin ella no podré existir por mucho más tiempo...Al poco tiempo, por no decir días, caí en la cuenta de que perdía mi poder.
Y encerrado en ese círculo suicida, más rápido me desvanecería.Me alteré. Me desesperé. Entonces dejé estallar toda esa ira y rencor acumulado.
Me descobré con la primera figura que se atravesó frente a mí.
Era otro cuerpo desfigurado más, de la colección suicida. Le propagué unos golpes de dolor intenso. Estoy seguro de que lo hubiera matado, si no estuviese muerto.
Le desgarré la piel y le aplasté la cara con mi zapato.
De repente, vi algo como... humo(?
...
No, no era humo.
Era su alma muerta.
Se entregó a mí.
La tomé, y sentí como mi poder crecía.Genial. No puedo creer esto. Al fin...
Tengo poder, aún estando muerto.
Debo admitir que esto es realmente alucinante, pero... no sé, sería más interesante... vivo.Para mi suerte, hay muchos suicidas por doquier. ¡Me muero por consumir sus almas! Oh, cielos...
Sheila no debe andar lejos.
Voy por ti, querida hermana. No tienes idea de cuánto te hecho de menos.
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¿Jugamos?
De TodoSheila nunca ha sido buena para conseguir amigos, ahora que al fin consigue uno, éste la quiere muerta. Sammy, un pequeño e inocente niño diabólico, que no resistió a la resplandeciente alma, llena de vida, de Sheila. ©Todos los derechos reservados.