「 ✦ One-shots en su mayoría Minsung y otros de todos los chicos al mismo tiempo con JiJi. Intentaré ser abierta con los ships y entregarles contenido variado.
Van a poder leer tanto contenido soft como contenido smut (nsfw, bdsm). Tengan por seguro...
●Donde cada que Jeongin regresa de trabajar, Jisung lo recibe con jugo de naranja y besos.●
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Era un día soleado y fresco de primavera, las aves cantaban vibrantemente y las plantas bailaban al compás del viento.
Jisung amaba la primavera, pues podía salir a su hermoso y enorme jardín sin sentir calor ni frío.
El y Jeongin vivían juntos en un pequeño pueblo, pero aunque era pequeño era muy bello y pacífico.
Jeongin trabajaba en la fabrica de carpintería del lugar, Jisung escribía poemas o libros y los vendía por Internet o las personas del pueblo, dedicaba su tiempo libre a cuidar del hogar y hacer los quehaceres.
Ese día en particular, Jisung no se sentía del todo bien, así que hizo cosas básicas como barrer el lugar y lavar los trastes.
Decidió salir al jardín, creyendo que eso lo ayudaría a su malestar, pues le alegraba el día salir y cuidar sus plantitas.
Normalmente para salir al jardín utilizaba vestidos largos y ligeros, pues le eran más cómodos y frescos que cualquier otra cosa.
Las naranjas ya eran escasas en su alacena, así que se puso su sombrero amarillo y los guantes para cuidar sus manitas, agarro su canasto más grande y camino hasta las plantas de naranja.
-He vuelto..- Murmuró Sungie, sonriendo.-Me estuve sintiendo mareado hoy, también se me fue el apetito. ¿Me estaré enfermando?
Si alguien pasaba y lo veía hablar con sus preciadas naranjas creería que terminó por perder la cabeza.
Con un cuchillo especial empezó a cortar las naranjas más maduras, charlando de vez en cuando con ellas.
Bostezo después de cierto tiempo, revisando que tuviese las suficientes frutas para unos días, se acomodo la ropa y el sombrero para salir de entre las plantas de naranja.
Se sentó en el pasto evitando otro posible mareo, recuerda que hace unos días había estado lloviendo y que había salido con la excusa de "es un buen tiempo para plantar".
Parecía que ya le estaba dando efecto su aventura.
Entre las plantas miro como su mascota Bbama venía corriendo con una rama en la boca, acaricio su suave pelaje y lanzó la rama lejos, viendo como Bbama iba corriendo a buscarla.
Se estiro en el pasto, dejando que el sol hidrate su piel con cariño. Las patitas de Bbama aplastaron su abdomen haciéndolo reír, observo a su mascota y le volvió a lanzar la rama.
