Tras el campamento de entrenamiento y el reencuentro con una amiga del pasado del que estaba enamorado y a la que ayudó con su relación con otro chico, Kuroo regresa a su hogar con el corazón roto, pensando que ha perdido su oportunidad de estar con...
A la mañana siguiente desperté animada, lo del día anterior había quedado atrás y no quería nublar mi mente con pensamientos negativos, así que junto a las chicas salí para continuar con la rutina de esos últimos días.
____-senpai, menos mal que te encuentras mejor- dijo Yachi mientras caminábamos hacia la cocina.
Gracias por preocuparte y no hace falta que seas tan formal Yachi-chan- dije acariciando su cabeza, la chica se puso roja como un tomate.
Va-vale ____-ch-ch-chan- dijo la chica tímidamente, ante lo cual sonreí.
Llegamos a la cocina y comenzamos a preparar algo de comida, al mirar en la nevera se me ocurrió una idea.
Kiyoko-san, ¿esta caballa la van a usar para algo?- le pregunté tomando el plato con el pescado entre mis manos.
No, esa no la teníamos pensado usar.- respondió la chica.
Pues me la pido, si ves a Kuroo avísame porfa.
Tenía ganas de darle algo al chico en forma de agradecimiento y que mejor que su comida favorita.
Me gustaba regalar comida a la gente a la que aprecio.
Comencé a cocinar en una pequeña parrilla que teníamos, pude escuchar a Kiyoko avisarme, así que salí y me acerqué a Kuroo.
No cojas mucha comida- dije en su espalda.
Buenos días a ti también- dijo girándose y acariciando mi cabello como siempre.
Buenos días- le sonreí- y no cojas mucha comida, estás avisado.
Vale vale, pero ¿por qué?- preguntó inclinando levemente su cabeza.
Porque sí, ahora voy con vosotros.- volví a la cocina y terminé el platillo, la caballa con algo de arroz y verduras.
Salí a la zona de comedor y me acerqué a la mesa de los chicos, hice un gesto a Kenma de que no dijera nada y me acerqué a la espalda del de cabellera negra.
Aquí tienes- dije poniendo el plato frente al chico y sentándome a su lado- espero que te guste, es caballa salada a la parrilla.
Le miré sonriente, el miró el plato y luego a mi, con sorpresa.
¿Y esto?- estaba sorprendido, pero contento.
Es para agradecerte lo de anoche- aparté la mirada con un pequeño rubor causado por la mirada de alegría del chico.
No era necesario ____-chan- agachó la mirada hacia el plato- muchas gracias- dijo en un pequeño susurro, probó un pedazo y su mirada se iluminó- ¡Está delicioso!.
Me alegro- me ponía feliz que la gente disfrutara de esas pequeñas cosas y su cara hizo que mi corazón se acelerara.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Desayunamos tranquilamente, yo estaba feliz de que le gustara la comida al chico a mi lado.
