PRÓLOGO

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"Ahora me doy cuenta de lo cruel que ha sido conmigo, de lo falso y cruel que ha sido. ¿Por qué me despreciaste? ¿Por qué traicionaste, Cathy, a tu propio corazón? No puedo tener una sola palabra de consuelo para ti. ; te mereces lo que te pasa. Eres tú quien se ha matado a sí misma.

No pensé que dejar Dallas dolería tanto. Creí que al despegar el avión, el peso que llevaba en el pecho se quedaría atrás con la ciudad que me vio romperme. Pero no fue así. Sentí como si el dolor se hubiese subido conmigo, ocupando el asiento vacío junto a mí, recordándome con cada minuto en el aire que mi vida no era lo que había imaginado.

Liam Jones. Ese nombre lo tenía todo y también me lo arrebató todo. Amarlo fue como correr hacia un precipicio con los ojos vendados, y cuando me empujó, no solo dejó mi corazón en pedazos, sino que también destruyó lo poco que quedaba de mi carrera. Él no se conformó con dejarme, no. Se aseguró de que me despidieran de la editorial donde trabajábamos juntos. El golpe bajo perfecto, como si romperme el corazón no hubiera sido suficiente.

Nunca supe qué dolió más: verlo marcharse sin remordimientos o tener que empacar mis cosas y caminar hacia la salida con la mirada de mis colegas clavada en mi espalda. La ciudad que siempre consideré mi hogar se convirtió en un campo minado de recuerdos dolorosos. No podía seguir allí, no con las ruinas de mi vida asfixiándome.

Así que aquí estoy, en Nueva York, con una maleta llena de ropa y un alma hecha trizas, esperando encontrar algo que me devuelva la esperanza. Un nuevo inicio, eso es lo que busco. No sé qué me espera aquí, pero lo que sí tengo claro es que ya no puedo mirar atrás. Dallas es parte del pasado. Liam Jones también.

Prometí que esta vez sería diferente. Que esta vez me elegiría a mí. Ya no quiero ser la chica que lo perdió todo por amor. Quiero ser la mujer que se reconstruye con cada paso que da, la que aprende a sonreír aunque la vida le juegue sucio.

No sé cómo lo haré, pero lo haré. Nueva York será mi lienzo en blanco, y aunque aún no tenga claro cómo dibujar el siguiente capítulo de mi vida, sí sé algo con certeza: esta vez la historia la escribo yo.

Almas y Secretos: El juego del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora