Aquel donde Visenya Interactua con Rhaena

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Contexto: mi intención es siempre abarcar todas las relaciones familiares que sean posible. La escena se desarrolla con todo el deseo de enfocar lo cercanos que son todos mientras viven en Rocadragón. 


Rocadragón, 128 d.C (rudhy)

ñuha mandia mi hermana. Visenya pronuncia las palabras lentamente hacia Viserys, que confundido frunce un poco la nariz; y luego niega con la cabeza — ¿Y tú Egg?

Vis — Es lo que le responde su pequeño hermano Aegon, que muy concentrado en su juguete, solo intenta llamar a Visenya como puede.

Viserys le besa el rostro, y luego repite su nombre en un trabalenguas que más que ser simpático, le causa tanta ternura que cree que va a derretirse. Ella le devuelve el gesto, y abraza a su hermano con todo el cariño que tiene para darle.

— ¿Y si dices mi nombre? — Rhaena acerca su presencia y se arrodilla junto a Aegon.

Ñuha Rhaena mi Rhaena. Aegon lo dice con algo de dificultad, más lo pronuncia bien después de todo.

— ¡Ah! ¡Lo ha hecho! — Visenya se ríe emocionada, y aplaude hacia sus hermanos, Viserys le imita — Pequeño traidor ¡Se supone que tendrías que haber dicho el mio!

Aegon, obviamente, no entiende más que el simple encanto que genera su precioso rostro; y se refugia en Rhaena, quien bastante embelesada con él, le abraza. Es una imagen sumamente hermosa, llena de calor familiar que Visenya solamente puede disfrutar de esto.

— Ve, dile a Vis que también la amas — Rhaena sugiere hacia el niñito, y luego de mostrarse de nuevo, él asiente y deja ver sus ojos violetas brillosos de la emoción.

Aegon Targaryen, el penúltimo de los hijos de Daemon y Rhaenyra, ya tiene tres años a estas alturas de la vida; mientras que el amoroso Viserys tiene apenas tiene dos. Y aún así, siendo tan pequeños e inocentes; son dos principitos sumamente inteligentes. Egg puede pronunciar unas cuantas oraciones con coherencia, mientras Viserys lo intenta ya. Vivir estos momentos de nuevo, traen al corazón de Visenya una inmensa dicha; la misma que no cabe en su pecho de tan inmensa.

Aegon camina hacia su hermana, y ella lo recibe en sus brazos junto a Viserys, y luego él le dice: — Ñuha Visenya Mi Visenya. Es obvio que falta la palabra que designa el parentesco, sin embargo lo hace muy bien para simplemente haber cumplido tres años.

— Eres encantador — Visenya besa la cabeza de su hermanito, y sonríe sin poder siquiera intentar ocultar su felicidad.

— ¿Qué tan bien le habrá ido a Joffrey? — Rhaena inclina la cabeza, mientras se acomoda mejor en el suelo para que la falda de su vestido no le incomode demasiado.

— A estas alturas, con Jacaerys como su guía, probablemente ya vuelen sobre Marcaderiva — Visenya suspira; y apoya la mirada en su hermana.

Durante las primeras horas de la mañana, el Príncipe Jacaerys aceptó la tarea de acompañar a Joffrey en su primer vuelo sobre Tyraxes. Una tarea que a la misma Visenya le hubiese gustado cumplir, más la montura para Vermithor aún no está lista, y volar sin tal seguridad podría terminar bastante mal. A sus hermanos también se unió un muy emocionado Lucerys, que con mucho entusiasmo se ofreció para resguardar el vuelo de su hermano menor desde la retaguardia.

Visenya los vio despegar en la playa, y desde entonces ha estado aquí, en la sala común del castillo, compartiendo con sus hermanos. No es algo que le desagrade, es más; adora la paz que esta escena le trae. Sin embargo, es Rhaena la que tiene a la menor de las hijas de Daemon un tanto... preocupada. La ha notado ciertamente distante; cree entender porqué.

Inventing VisenyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora