D̶u̶l̶c̶e̶s̶ Crueles Palabras... | Xiaother

25

El sol ni siquiera había salido aún y ya se escuchaban voces en el piso de abajo, torpemente tomo su teléfono para ver la hora

-—¿5:40? —Se sentó sobre su cama y acomodó su larga cabellera sobre su hombro para que no estorbara, tallo sus ojos para tratar de despertar y se estiró un poco, últimamente los tipos de la agencia habían venido varias veces a su casa pero nunca tan temprano

Antes de levantarse escuchó la voz de su hermana, aunque debido a la distancia no entendía lo que decía, por curiosidad salió de su habitación y se dirigió a la sala de estar dónde provenían dichas voces, antes de entrar vio a su hermana junto a el insoportable sujeto de la agencia, un hombre y una mujer, el hombre era alto, portaba un traje color gris y traía en su muñeca algunos relojes que se veían realmente caros, además de que su tono de cabello era del mismo tono rubio que el de su hermana, mientras que la mujer tenía el mismo tono rubio que Aether, traía un vestido azul con brillos, junto a un montón de joyería cara

No era tan estúpido como para no saber quiénes eran esas personas

—Vaya, tengo que armar todo un escándalo para que ustedes dos se dignen a aparecer aquí, genial — Dijo el rubio sin moverse de la entrada, los tres adultos y su gemela se giraron hacia él al escucharlo

—Mira quien tenemos aquí, me alegra que te despertaras para escuchar las buenas noticias— Habló alegremente el hombre de pelo azul

—No le hablé a usted... —Respondió Aether de mal humor

—¿Así es como nos recibes? — Dijo aquella mujer

—Oh, una disculpa, les preparé un té y galletas con un toque de veneno, ¿quieren?

Ambos adultos lo miraron molestos, mientras su gemela abría los ojos de par en par al verlo actuar así

—Ese molesto comportamiento es lo que ha provocado que ahora todos te vean como un estorbo en las redes sociales— Interrumpió su padre 

—Gracias

—No tienes 14 años para seguir comportándote como un niño rebelde, Aether

—Ah quizá sea... ¿Por qué jamás nos permitieron tener una adolescencia normal? Nuestra vida siempre se baso en lo que les diera más dinero, no les importa como nos sentimos, ni si estamos enfermos o si nos lastimamos, incluso les da igual si un viejo obeso les pide comprar a uno de sus hijos, nos venderían sin dudarlo, solo para tener más ceros en su cuenta bancaria y es por eso que están aquí ahora, por que dejamos de producir esa absurda cantidad de dinero y quieren más, no les importa que la estemos pasando mal por esas ridículas polémicas

—¿Cómo puedes decir esas cosas de tu padre y de mi? Deberías estar alegre, gracias a NOSOTROS tienes esta lujosa y exitosa vida— Dijo la mujer completamente ofendida

—¿Miento? ¿Creen que no recuerdo cuando un imbécil trató de comprar a Lumine y ustedes ni siquiera lo dudaron? Si no fuera por que oculte a mi hermana, ese viejo asqueroso habría abusado de ella

—Eso no fue así, ese hombre quería elevar su fama, no inventes cosas

—Si claro, ahora yo soy el mentiroso, solo admítanlo ¡Son unos malditos avaricios!—

—Aether te lo advierto, no vuelvas a levantar la voz — Dijo su padre parándose enfrente de él

—¿Le molesta que me defienda? ¡¿Le molesta tanto que le diga la verd-?!—Antes de poder terminar de hablar, Aether sintió un fuerte golpe en su mejilla proveniente del hombre que tenía enfrente

Lumine rápidamente se acercó a él para ayudarlo pero al escuchar a su padre tronar los dedos, rápidamente se quedó quieta y mirando hacía el suelo, acción que Aether repitió después de componerse de aquel golpe