Capítulo 2

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Lonely - Justin Bieber & Benny Blanco

Evelyn

- ¿Me estás oyendo? - Me pregunta mi profesora de física.- Creo que no te encuentras muy bien, Evelyn.

Tiene razón. Hacía unos días que estaba como ida. Tenía la cabeza muy lejos de aquí. Pero aún así respondo:

-Sí me encuentro bien, Claire. Es solo el estrés acumulado por los exámenes

En parte eso es verdad. Al menos yo lo achacaba a eso. Claire se va no muy convencida, pero igualmente me deja mi espacio, cosa que agradezco, no me gusta que me presionen. Al irse, escucho una risita en la mesa de detrás. No me hace falta girarme para saber de quién es.  

-Ya, claro. ¿Seguro que es por eso, Evelyn? - me dice Becky

No me molesto en girarme. Porque sé lo que pasa si caigo en su juego. Becky no tiene absolutamente nada en común conmigo en el tema del físico. Tiene una larga melena castaña, y unos ojos color miel. Es bajita, pero tiene muchas curvas. Yo, por otro lado, tengo el pelo negro y corto por los hombros, los ojos oscuros y soy muy alta. Al pensar en ella, algunos recuerdos del pasado inundan mi mente.

<<Hace días que no me apetecía levantarme para ir al colegio. Pero no era por el motivo que todos los niños tienen. No me daba pereza. No era eso. Me daba miedo. Cada mañana que iba, entraba aterrorizada. No sabía que me iba a encontrar, lo único que pedía era pasar desapercibida entre las sombras de la multitud. Pero sabía que eso nunca funcionaba. Siempre me encontraba>>

Basta. Me obligo a apartarlos inmediatamente. Me pongo mi mejor máscara de indiferencia mientras que la misma herida de siempre vuelve a abrirse sin frenos. Pero de todos modos me hago chiquitita en mi asiento. En estos momentos, el mundo se me hace tan grande que da miedo el simple hecho de existir. Gracias a Dios, las clases terminan y puedo escabullirme rápidamente antes de que como todos los días....

-¡Evelyn! ¿A dónde vas con tanta prisa? -Sonríe Becky con malicia- Me ha parecido ver que hoy traías algo de dinero, y no estoy en mi mejor momento. Y claro, como sé que eres tan buena persona y me lo prestas, no va a hacer falta ni que te lo pregunte.

Alguien me coge por atrás, separándome de mi mochila, la cual cae al suelo con un golpe seco, pero el dinero ya está en la mano de Rick, el novio de Becky.

-Nos vemos, amargada -Se despide Becky.

Me doy cuenta de que hoy no ha sido de los peores días. Hoy solo ha sido el dinero, así que me voy aún más rápido que antes, no vaya a ser que vuelvan.

Tentando a la suerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora