CAPÍTULO 11

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Desorientada me incorpore nerviosa. Enseguida un gran dolor se integró en mi cuerpo haciendo que soltara un grito de dolor.

No sabía que estaba pasando ni donde estaba. Todo era blanco. Las pareces, el techo los muebles, la cama, el armario, incluso mi ropa. Ahora mimo tenía muchas preguntas, pero las mas importantes era: ¿Dónde estaba? ¿Viva o muerta? ¿Dónde está la daga de Loki? Y ¿Quién me ha cambiado de ropa?

El dolor poco a poco se empezaba a pasar. Haciendo que pensara con mayor claridad. Me senté en la cama sintiendo extrañas mis manos y por ello elevándolas.

Las miré y pude ver como en mi piel se veían reflejadas mis venas brillando de manera intensa de color morado como la gema. Esto no era como cuando activaba mis poderes esto era diferente, tanto la sensación como la forma en la que se veía. Lo único que se me ocurrió fue sacudir las manos como cuando tiene un bicho en ellas. Y eso al parecer funcionaba porque las extrañas líneas se borraron de mi mano volviendo a la normalidad.

Estaba claro que muerta no estaba. Pero entonces donde me encontraba.

Me levante de esta cama cómoda de un salto, viendo como en la habitación había un espejo.

Nada parcia haber cambiado en mí. Tenía la cara limpia igual que los ropajes. Toque con el dedo índice el espejo donde una pequeña mota de polvo se acaba de depositar y ese poder quitarla. Con cansancio apoye mi mano completa en el mueble otra en mi frente con cansancio. El cual no fuero mucho mi cansancio, pues la textura del mueble empezó a cambiar llamando mi atención y quitándome la pesadez. Este parecía que se deshacía. Como cuando Cat Noir usaba su Cataclismo, solo que en mi caso un rastro de líneas moradas se formaba.

Asustada lleve la mano a mi boca alejándome de ahí. Otra vez las líneas se habían marcado, pero desaparecía casi al momento. Mire el mueble el cual la mitad ya era casi polvo. No me podía estar pasando esto a mí. No otra vez.

Tenía dos hipótesis. Una era que como dicen las teorías conspiratorias los alienígenas de Xandar han hecho experimentos conmigo. Y la segunda es que otra vez había vuelto a absorber poderes de una gema. Creo que me hacia una idea de cuál era la correcta.

Insegura active mis poderes haciendo que el morado de siempre saliera sin problema de mi cuerpo, pero las nineas no se asomaban. Con más cuidado todavía me desactive y me acerque a lo poco que quedaba de mueble y lo toque con un dedo, pero a este no le paso nada, más bien todo lo contrario esa parte del mueble seguía intacta y blanca. Fui añadiendo dedos viendo que no pasaba nada hasta que solo me faltaba por apoyar el meñique.

Solté un suspiro y con cansancio lo puse haciendo que la superficie que antes era blanco poco a poco se volviera negra y se cuarteara terminado en ceniza. Solo ha quedado una pata en pie, me agacho y la toco con el dedo meñique pero no pasa nada. Lo cojo esta vez con toda la mano y se deshace dejando un rastro morado.

Ósea que mi poder solo funciona cuando lo toco con todos los dedos. Pero entonces, nunca más iba a poder abrazar a Tony, ni tocar a nadie, ni operar, no hacer . . . nada.

Me dejo caer el suelo afligida, mirando a la nada. No me podía creer lo que me estaba pasando.

Quizás solo tenía que aprender a controlarlos, o quizás no iba a poder tocar nada más, me había convertido en la versión monstruosa pero guapa del Rey Midas.

El sonido de la puerta hizo que me asustara. Y retrocediera para que no me tocara. Me había centrado tanto en lo de los poderes, que había olvidado totalmente que estaba en un lugar desconocido.

Una muchacha repeinada y con el uniforme de Cuerpo Nova apareció mirándome con una sonrisa. Luego miro el desastre que hice con el mueble, para luego volver a mirarme a mi tragando saliva. Podría ver el miedo en sus ojos, aunque su cara no lo demostrara del todo.

-Señorita Stark. Me alegro que despertara. Ha estado inconsciente un par de días, la comandante suprema la espera en la sala principal y sus amigos también. Encontramos su traje en entre los escombros, se lo hemos preparado y está en el armario listo para que lo utilice. Yo la esperare fuera para guiarla por los pasillos. Adiós. – Y tan rápido como entro se fue.

Sin pensar demasiado, y con sumo cuidado, me cambie de ropa, destroce un picaporte, y parte de la capa. Eso hizo que soltara un par de lágrimas que enseguida limpie.

Al salir la misma muchacha me esperaba, enseguida me guio por los pasillos hasta llegar una sala con seguridad, muchas personas moviéndose, una gran cristalera dejaba ver el hermoso paisaje de esa ciudad. Una mujer mayor con el pelo blanco y bien vestida me vio y asintió con la cabeza.

-________, querida, lamento el inconveniente de la cárcel. Pero te agradeció el que hayas salvado el universo. - Yo solo asentí con una mueca. - ¿Estas bien, necesitas algo?

-Yo. . . Unos guastes y tijeras por favor. - Ella me miro extrañada, pero no objeto, simplemente hizo un gesto rápido y enseguida un hombre que pude reconocer como uno de los que me arresto me los entrego. Con cuidado recorte los dedos del guste dejando el único intacto el meñique, de esta manera no tocaría nada para que se deshiciera. Me puse los guantes y miré a la peli blanca. - Siento lo de la habitación. No era mi intención. Creo que, la gema me afecto.

-Lo se querida. Cundo te detuvimos vimos algo extraño e tu cuerpo, al traté aquí inconsciente, tu corazón no latía con fuerza, al acerté unas pruebas vimos esto. – De una mesa grande salió un holograma de mi grupo, con curiosidad me acerque y lo observe, dentro de mi cuerpo se veían dos energías de color azul y morado fluyendo en armonía con mi cuerpo. – Las energías corren por tu cuerpo sin ningún problema, cualquier mortal estaría muerto, pero tú no, tienes un gen especial. . . llamémoslo X. eres un ser muy especial ________.

-Gracias supongo.

-No hay de que, ahora quiero contarte otra cosa. Me han informado que cuando te detuvieron llamabas a una tal Carol Danvers, es una de las protectoras de este planeta, por lo que la hemos llamado. Está en el jardín esperándote. Tómalo como un agradecimiento por tu sacrificio y por salvarnos.

Se me abrieron los ojos, mi pulso se acelere. No sabía que hacer o cómo actuar. Ahora mismo la sensación que tenía era extraña. Llevaba tanto tiempo esperando este momento que ya nunca pensé que sucedería.

Uno de los guardias me llevo al jardín donde Carol me esperaba de espaldas. Ella al sentirnos se dio la vuelta observándonos. No había cambiado nada. Era igual a como la recordaba.

-_______ Stark. No te veía desde que eras. . . así- Dijo poniendo la mano por su cintura. – Me alegra vete ¿Qué tal tus padres? - Tarde un poco en contestar, estaba en sock.

-Bueno murieron, - Dije cabizbaja. - Pero no estoy aquí por eso. Necesito hablar contigo y tu ayuda.

-Lamento oír eso, tu madre era alguien increíble.

-Sí, lo era. - Aparte de manera raída una lagrima de mi mejilla. – Necesito que me ayudes.

-Lo se, se que tienes grandes poderes, y por eso estoy aquí. Ven vamos a sentarnos.

Ambas nos sentamos en un elegante y asimétrico banco de aquel elegante jardín. Tenía grandes preguntas, como: ¿Por qué conseguimos los poderes?, ¿Cómo hacía para controlarlos al cien por cien? ¿Por qué seguía absolviendo energía de las gemas? ¿Podíamos llegar a ser monstruos?. . .

Todas esas preguntas y más rodaban en mi cabeza desde el minuto uno que describí que tenía estos poderes que ahora recorren mis venas.

#5 - GdlG.  {En busca de la verdad} (Quinto libro de la saga purpura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora