𝐉𝐄𝐍𝐋𝐈𝐒𝐀❝제니리사❞
¿Qué tan cliché y terriblemente incómodo puede ser que te atraiga la hermana de tu novio?
Jennie Kim de 20 años es una fiel cristiana, obediente, servicial, una hija ejemplar que sigue las reglas de su familia, por lo cual su ú...
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6 de Agosto
-Nos duró muy poco la amis-tad.-Susurró apenas entre jadeos Jennie que estaba apresada contra la pared de mi habitación mientras bajaba con besos por su cuello.
-¿Quién dijo que las amigas no pueden hacer esto? -Pregunté presionando su cuerpo más contra la pared haciendo que sus piernas se entrelacen con las mías juntando nuestros cuerpos al cien por ciento.
Ella respondió con un beso desesperado a la vez que trataba de deshacerse de mi pantalón holgado, la ayudé levantando las piernas y aventándolo lejos con los pies sin cortar el beso. Subí las manos lentamente por sus piernas descubiertas por la falda, sintiendo con detalle su piel fascinantemente suave hasta llegar a su trasero y apretarlo sin descaro, provocando un dulce gemido salir de sus labios, y comenzó a mover su cuerpo para generar fricción contra mis piernas enloqueciéndome.
Me cansé y la levanté del suelo sin mucho esfuerzo, ella rio fuerte por la sorpresa enredando sus piernas en mi cintura, la recosté despacio sobre la cama para continuar con pequeños besos tiernos en su cuello mientras quitaba su falda, una vez fuera y lejos ella tomó el control poniéndose encima mirándome con una sonrisa inocente.
-Me vas a matar..-Musité con el pecho subiendo y bajando por los movimientos y excitación. Jennie comenzó a moverse sensualmente de atrás hacia delante en una caliente danza contra mi cuerpo, sacando mi remera delicadamente, estaba jugando con mi poca cordura.
Se mordió los labios al ver mis pechos completamente expuestos, estaba claro que recién despertaba y todavía tenía el pijama puesto así que no usaba sostén, se distrajo mirándolos hasta que la volví a la realidad con mis manos en su cadera repitiendo el movimiento anterior pero esta vez con control sobre ella. De una sola vez se acercó decidida a mi pezón sumergiéndolo en su boca sacándome un fuerte gemido por la sensación, luego de darle la misma atención al otro fue bajando con largos besos hasta terminar en medio de mis piernas, frente a mi centro.
Y desperté.
¡Maldita sea! Desperté.
-No lo puedo creer.-Dije en voz alta en la soledad de mi habitación completamente frustrada porque no haya sido real.
¿Qué mierda hizo que me despierte? Presté atención alrededor buscando algún culpable hasta que vi la hora, las once de la mañana del maldito sábado. Hoy me la pasaría maldiciendo por haber despertado en el mejor momento de mi sueño, pero ¿me sentía mal de que Jennie fuera la protagonista? claro que no, fue demasiado ardiente, no me arrepentiré por eso.
Me levanté a tomarme una ducha para despejar mi mente y una vez vestida cómodamente, ya que no tenía intenciones de salir de casa, fui a la cocina por agua, abrí el refrigerador en busca de alguna botella tranquilamente.
-Buenos días estrellita.-La voz femenina, dulce y burlona de Jennie se hizo presente a mis espaldas haciendo que apriete los ojos frustrada, se encontraba en ese mismo espacio la causante de mi sueño erótico.
