𝐉𝐄𝐍𝐋𝐈𝐒𝐀❝제니리사❞
¿Qué tan cliché y terriblemente incómodo puede ser que te atraiga la hermana de tu novio?
Jennie Kim de 20 años es una fiel cristiana, obediente, servicial, una hija ejemplar que sigue las reglas de su familia, por lo cual su ú...
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9 de Agosto.
Escuché la puerta principal azotarse con fuerza seguido de ruidos muy fuertes que me desconcertaron por completo, estaba a unos metros de la sala, en la cocina y me llene de miedo, dejé de intentar preparar cupcakes y camine lentamente hacia el ruido siendo cuidadosa por los pasillos.
-¿¡Bam?!.-Grité y me arrepentí al instante, a veces actúo como una tonta porque si alguien vino con la idea de asesinarme, ya me encontró.
Justo hoy que decidí volver a casa temprano para preparar alguna comida y compartir con Jennie más tarde, justo hoy me mataran por imbécil.
El ruido fue cesando y eso me aterraba más, miré por una esquina de la pared escondida sin dejar de estar alerta pero al instante suspiré aliviada cuando vi a mi hermano sentado en el sofá cubriendo su cara con un par de objetos de decoración rotos alrededor.
-Rompiste el jarrón favorito de Chitthip. – Me acerqué cuidadosamente mencionando divertida, porque si estaba así de enojado preferiría no meterme con él.-Te saldrá caro..
-No estoy de humor, Lalisa. – Me cortó pero seguí empujando un par de piezas con los pies más cerca de él.
-Casi como 20 jornadas de trabajo prácticamente..-Seguí con sarcasmo.-Y todavía más quizás.
-Cállate imbécil.-Dijo con una leve sonrisa y reí.
-¿Qué te pasó, pequeño Hulk? -Pregunté sentándome a su lado con la barbilla apoyada entre las manos, él suspiró pesadamente frotando su cara.
-Jennie me dejó.-Cubrí mi boca con una mano tratando de disimular la sorpresa y a la vez la pequeña felicidad que se acumuló en mi pecho al darme cuenta que ella, por primera vez, me eligió a mí.
-Uh, hermano, lo siento.-Traté de fingir lo más que pude empatía por él.- ¿Quieres hablar de ello?
-No...-Parecía pensativo..-Tengo que recuperarla.
-¿Cómo?
-No lo sé...-Golpeaba los dedos ansiosamente en el sofá.-Tengo que encontrar algo para chantajearla, sé qué sus padres no estarán de acuerdo con esto, solo necesito convencerla a ella.
-Ya enloqueciste.-Dije levantándome no queriendo escuchar más para continuar con mis lindos cupcakes.
-Me tienes que ayudar.-Determinó y frené de golpe mi paso hacia la cocina girándome a verle incrédula.-Tú y ella parecían llevarse bien, te puedes acercar más y... ya sé... ¡Convéncela! dile que soy lo correcto.
-No, no, no.-Chasqueé la lengua molesta.-No me metas en esto.
-¡Lisa, por favor!, Sabes que mamá se decepcionara de mi si se entera.-Se justificó, podría apostar que mis ojos iban a salir de mi cara por el descaro que tenia de incluirme después de todo.-Y mis amigos se burlaran y..y..
