𝙬𝙝𝙖𝙩 𝙮𝙤𝙪 𝙣𝙚𝙚𝙙

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Estaban en el supermercado, en su salida por la despensa y cosas que faltaran en el departamento que compartían juntos.

Minghao movía el carrito con Mingyu a su lado, escogiendo las cosas entre los dos. A los ojos de cualquiera parecían una pareja normal y corriente, pero para amargura de Minghao no era el caso.

En ese momento estaban en el pasillo donde había cereales y Minghao escogía entre ellos, no pudiendo decidirse entre los Froot Loops regulares o los Krunchers.

—¿Quieres que por mientras vaya por las leches de una vez? —Pues Mingyu tomaba leche de vaca y Minghao leche de soya.

—Por favor, Gyu. —Minghao lo miró directamente y le sonrió con dulzura. Mingyu no le quitó la mirada de encima.

Eso ocurría últimamente. Minghao lo miraba a los ojos y le sonreía así, de esa forma dulce, adorable y hermosa y Mingyu no sabía cómo reaccionar, sólo quedarse mirando como un tonto.

—Ahorita regreso —dijo, comenzando a caminar por el pasillo. Minghao lo miró hasta que dio vuelta y desapareció y se dedicó a seguir decidiendo qué cereal llevar (seguramente echaría los dos en el carrito y asunto arreglado).

Estaba tan ensimismado que no se dio cuenta de que alguien se acercó a él, sonriéndole ampliamente y poniendo una mano en su carrito.

El omega levantó la mirada de ambos cereales y se dio cuenta que un hombre se había acercado a él. Un hombre alfa.

—Hey, ¿cómo estás?

Le habló como si fueran viejos amigos, pero Minghao nunca lo había visto en su vida. Sabía de qué se trataba eso y ni siquiera sonrió.

—¿Disculpa? —dijo, metiendo los dos cereales al carrito, para poner las manos en él y comenzar a empujarlo, pero el alfa se lo impidió, aún sonriéndole.

Minghao alzó ambas cejas, para nada entretenido. No era la primera vez que se topaba con un alfa así, pero a él no le importaban, porque ninguno era Mingyu.

—Hey, la verdad es que te vi por ahí y me pareciste muy lindo, ¿no me darías tu número?

Directo al punto. Minghao rodó los ojos por dentro.

—La verdad es que no suelo darle mi número a desconocidos, perdón —Minghao fue amable, pero no sonrió. Intentó mover el carrito de nuevo, pero el alfa no lo dejó.

—¿Por qué no?

"No tengo porque darte explicaciones, alfa estúpido," pensó, pero sólo soltó un suspiro.

—Porque no —respondió escuetamente, pero el alfa no cedió.

—Es una lástima porque te me haces muy bonito... —El hombre se acercó a Minghao y este retrocedió por impulso, topándose con algo firme.

Entonces Minghao sintió una mano en envolver su cintura y olió feromonas dominantes de alfa levantándose en el ambiente. Las reconocía muy bien, ese aroma que lo envolvió enseguida.

Miró hacia un lado y hacia arriba y ahí estaba Mingyu, con el ceño fruncido y un gesto de pocos amigos que rara vez le veía.

—¿Pasa algo, amor? —dijo, inclinándose a él y Minghao sintió su corazón pegar un brinco. ¿Mingyu estaba...?

—Ah, nada, amor —Aprovechó la oportunidad—. Sólo que esta persona me está pidiendo mi número y ya le dije que no.

El agarre de Mingyu en su cintura se volvió más fuerte y el alfa miró al otro con ojos fríos.

—¿Y te sigue insistiendo?

Los alfas se miraron en ese espacio entre la cabeza del omega y hubo una tensión clara.

Woman (GyuHao)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora