Capitulo 1

6K 159 15
                                    

Aclaraciones: Nada me pertenece. Todo es de la inigualable J.K Rowling.

Este fic es realizado sin ánimos de lucro, solo por mera diversión.

Nota: No será una historia con final feliz. Si no es de tu agrado, siéntete en la libertad de no continuar leyendo. 

---------------------------------------------------------------------------------------------------------


-Shhh...

-Mamá tengo miedo.

-Lo se, pero pronto se detendrá.


Lo prometo....Lo prometo.... Lo prometo.... Lo prometo......


Eso gritos y golpes al otro lado de la puerta, realmente se detendrian, como cada vez que sucedía, pero prometer que seria esa la ultima vez, estaba lejos de suceder. Después de tanto tiempo las promesas perdieron su valor, se volvieron vacías y ya no quería una promesa más, ahogarla, una mas sin cumplir.

-¡Abre la maldita puerta! –se oía con insistencia desde afuera. Una voz vacilante y entrecortada por el alcohol, pero no por eso, menos aterradora. –Solo quiero que hablemos. Yo... te amo, tú lo sabes. ¡ABRE!

Escuchaba a su hijo llorar y eso le desgarraba el alma, mucho mas que esos golpes certeros dar en su rostro. No era la vida que esperaba tener al lado de hombre del cual se enamoro, llenándola de ilusiones y añorantes promesas, todas falsas.... Desde el inicio lo fueron. La ingenuidad que creyó haber desaparecido tras la vivencia de una cruenta y dura batalla, al parecer estaba mas presente que nunca porque muy en el fondo aun creía que él cambiaría, por ella, por su hijo, que una mañana él despertaría siendo otro.

Definitivamente era una ingenua.

-Mami, ya se fue.

Salió de su ensoñación al escuchar la voz de su hijo. No había notado que el insistente golpeteo a la puerta había cesado. Realmente casi no se percataba de ello hasta que su hijo con un susurro que denotaba alivio la hacían despertar de sus cavilaciones en la que se sumergía con el monótono tararear de una melodía tranquilizadora para su pequeño.

Observo la puerta y suspirando para calmar sus temblores, le dedico a su hijo una sonrisa para mitigar aun más su temor.

-Lo escuche, cariño –se incorporo del oscuro rincón para llegar hasta la puerta y con una mano en el picaporte lanzo otro suspiro al aire infundiéndose fuerza. Miro de soslayo a su hijo que aun permanecía sentado en el mismo lugar, aferrando sus pequeñas piernas a su pecho. A pesar de ser rodeado por la penumbra de la habitación, ella vislumbraba sus rubios cabellos –regresare pronto.

El niño hizo el amago de levantarse y correr hacia su madre, pero se detuvo en su sitio al ver la puerta cerrarse con rapidez. Era un niño inteligente, sabia que debía hacer; si escuchaba de nuevo ruidos que lo asustasen cuando su madre no estaba presente, él debía esconderse lo mejor que pudiera, siendo muy bueno encontrando escondites por toda la casa, no se le dificultaba acatar la orden, pero no le gustaba hacerlo solo porque cuando su madre no estaba junto a él sabia que estaba con su padre... ella siempre lloraba cuando estaba con su padre.

.

Recorría el largo pasillo paulatinamente, barriendo con la mirada a todas direcciones, temiendo que de un momento a otro apareciese y la sorprendiera sin que lo previera antes. Sus manos temblaban pero las empuñaba con firmeza, debía mantener ese resquicio de coraje, porque aunque él la dañase por fuera por dentro sentía la leona de antaño rugir cuando su cachorro se veía amenazado. Solo por su hijo se mantenía en pie.

Se detuvo momentáneamente al escuchar su nombre, desvío la mirada y ahí, a su derecha, se encontraba el cuadro de Narcisa Malfoy.

-No tienes que ir –dijo Narcisa, mostrando tras la pintura un claro semblante de preocupación.

-Tengo que... -

-Hermione, ve con Scorpius, él te necesita. Mientras que mi hijo se calma –Narcisa contemplaba el rostro de la joven: lagrimas constantes deslizarse por sus mejillas, un creciente hematoma asirse en su lóbulo derecho.... muy cerca del ojo y ese ligero temblor no querer abandonar sus labios. La misma imagen que presento en vida y juventud al lado de Lucius Malfoy.

La historia se repetía y para su mayor tristeza el perpetrador no era otro que su hijo, su amado Draco a quien protegió con uñas y dientes de los maltrato de un padre violento. Le costaba creer que después de quince largos años siendo victima de golpes y castigo él, se halla convertido en la imagen y semejanza de lo que odiaba. Al final la perturbación lo había alcanzado. Ahora eran su nuera y nieto quienes vivían en el miedo y la zozobra constantes.

-No lo hagas –esperanzada suplico.

Ignorando las palabras del retrato, continúo su andar. Le toma solo unos minutos llegar, pero ya esta frente a él. Inevitablemente su corazón acelera sus pulsaciones y la respiración se descontrola. De nuevo teme y se cree claudicar ante los aspamos de su llanto silencioso. Lo observa fijamente lanzar hechizo bloqueando su vía de escape y se prepara.... siempre para lo peor.


------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

¿Les gustó?

Pues aquí les traigo un pequeño fic, que ha rondado mi cabeza desde hace poco y quería compartirla. No es algo a lo que esté acostumbrada ahondar, pero solo vino a mí y no me pude detener. No serán más de cinco capítulos, por lo que las actualizaciones pueden que no demoren.

Saludos!

LegadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora