Capitulo 3

2.6K 111 5
                                    



¿Tenía algún sentido, llorar? No solucionaba nada, no lograba que él la compadeciera para evitarle esas lágrimas. Y si alguna vez lo lamento, ella nunca lo supo y tampoco le importaba. Se concentraba en no salir aun más herida en el proceso y era demasiado agotador querer justificar lo injustificable a pesar de guardar un mínimo de esperanza hacia su perpetrador.

Con su mano derecha fuertemente empuñada obstruyó el lánguido deslizar de sus lagrimas, con ira, provocándole una mueca ante el movimiento.

Él sonrió, ajustándose a su altura le sujeto de la barbilla y alzando su rostro, le dijo:

-Te amo... Lo sabes ¿verdad, Hermione?

Ante la a proximidad de sus rostros, ella percibía el repugnante vaho del alcohol predominar en su aliento. Le provocaba náuseas el hedor, pero concentrándose ante las palabras de su esposo, logro sosegar su estomago.

-¿Me amas? -su voz era solo un susurro, pero ante el imponente silencio que les rodeaba, se apreció a la perfección, incluso la incredulidad en su tono.

-Entiendo tus dudas, pero nunca oirás de mí mas vedad que esa -objeto. Draco junto sus labios con los de Hermione en un beso que parecía ser una caricia, delicado como en antaño pero después aplicando rudeza celeridad, manifestándole el dominio que ejercía sobre ella -nunca huiras de mí. ¿Con quien crees que te casaste? -No esperando una respuesta, continuo -soy un sangre pura después de todo, Hermione. Con nosotros siempre hay un contrato de por medio. Lo firmaste el día de nuestra boda. Juntos, bajo mis reglas.

Sus ojos se ampliaron con horror. Muchas cosas cobraban sentido para Hermione. El que su varita se viera renuente a ejecutar hechizos en contra de él y volverse inservible para todo lo que implicase un medio de escape. Recordó, los incesantes intentos inútiles que la hicieron gritar de rabia he indignación, al inicio de su infierno, hace ya tanto. Estaba atrapada, encerrada en muros de lujo.

Draco se erguió, moviéndose hasta el escritorio donde aguardaba su baso de whisky. Lo engullo rápidamente sin molestarle el ardor que se desplegaba desde su garganta hasta su estomago, familiarizado con la sensación por su habitualidad. Consiente de que cada trago, nublaba aun más sus sentidos, consiste del daño que perpetraba a su familia, pero las voces del pasado prometían hundirlo en la desesperación, solo lograba acallarlas con un poco de alcohol adormeciendo su sensibilidad, su lógica. Se volvió hacia Hermione, en un escenario que interminablemente se repetía; donde recordaba a una mujer rubia presentar la imagen de la desolación, hoy veía una castaña, su esposa, mostrarse de la misma manera, hoy era su hijo y no él, quien gritaba clemencia para la mujer lastimada a un lado de sus pies.

Todo esta bien, escuchaba Draco en su cabeza con constancia, y más que calmarlo esas simples palabras provocaban lo contrario. Su autocontrol peligraba. Entonces nada estaba bien, pero los recuerdos, los dolorosos recuerdos de una niñez traumática, estaban más presentes que nunca. Jamás se irían como creyó alguna vez porque eran más fuertes que él.

Hermione sintió la quietud y advirtió la meditación en la que se sumió Draco al observarlo con detalle. He inevitablemente un escalofrío la recorrió completa. Su rostro sereno, le resultaba más aterrador. Se arrastró despacio provocando el menor ruido posible, hasta apoyarse en el muro, agotada, sin apartar la vista de él, preparada para el momento en que reaccionase y decidiese que había sido suficiente, entonces saldría deprisa a buscar a su hijo, necesitaba verlo y por su pequeño... Cualquier cosa. Suspiro.

-Draco -llamo con voz temblorosa.


-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Holaaa...

¿Como están? Espero que bien... gracias por leer y votar por este pequeño fic, que escribo con mucho cariño y muchísimas gracias a MaryjoNolasco y RoSilvero1 por comentar, olvide por completo agradecer en el capitulo anterior, pero mejor tarde que nunca.

LegadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora