Capitulo 1

561 67 39
                                    

—Enserio, amigo, te lo estoy diciendo en serio. Este lugar no me da buena pinta, de hecho me estoy arrepintiendo bastante por venir contigo. — una voz masculina temblorosa y algo asustada se hizo presente en los oídos del contrario.

El sonido tranquilizador pero a la vez aterrador de las mareas y olas era lo único que podía escuchar el menor, mientras sentía a la vez como el pequeño barco donde estaban se tambaleaba poco a poco.

Él y su compañero habían ido a esos mares debido a que se contaba, y recibieron una llamada de que en ese lugar habitaban criaturas extrañas, que toda la gente creía que estas no existían: los tritones y sirenas.

—Tu te estás arrepintiendo, pero yo no. —seguido acto sonrió con malicia antes de escupir en el suelo. —y no nos iremos de aquí hasta que encontremos y capturemos a esa horrible criatura.

—Son solo leyendas...eso es lo más probable ya te dije. —este se dejó caer sobre el asiento en el barco, su vista se concentró en las pequeñas olas del mar, notables y que movían el barco.

—Síguete burlando, sigue sin creer, pero te aseguro que cuando tenga a esa sirena en mis manos y la lleve al laboratorio seré millonario con todo el dinero que me darán por e- —el anciano no acabó de hablar cuando de repente, ambos sintieron que algo le dio un golpe al barco, si no fuera porque se alcanzaron a agarrar de la barda ya hubieran caído al suelo. —Esa maldita ya vino, al parecer, está tratando de derribarnos.

—No puedo creerlo... —el menor se agarró de la barda y vio hacia el mar, lo primero que vio fue lo que parecía ser una cola de delfín, era roja, con escamas brillantes...era aquella criatura. — ¡A-Ahi está, señor, ahí está la cosa esa!

El anciano no tardó en tomar una lanza que estaba a su lado, correr hacia la barda donde se asomó y efectivamente vio lo mismo que su compañero, quedó en shock pero su cuerpo reaccionó y le lanzó aquella lanza.

[1 MES DESPUÉS]

Japón era un lugar muy bonito para vivir, muchas personas disfrutaban de su estancia o vida en este lugar, y tú no eras la excepción.

Hoy, era un día demasiado, demasiado importante para ti, estabas muy emocionada por lo que se venía.

Tenías 22 años, llevabas casi cinco años estudiando tu carrera que anhelabas desde pequeña,científica, si, querías ser científica y esperar a que te aceptaran en el laboratorio más grande y moderno de Japón.

Pues, hoy tú y tus compañeros de la universidad iban de visita a este gran laboratorio, y, si tienen suerte, los iban a contratar, estabas demasiado feliz, no podrías explicar lo que sentías, era como un rayo de....esperanza.

Era como una tipo "práctica" estarían ahí por dos meses y ya cuando se acaben esos dos meses les iban a decir si se quedaban o iban.

—Espero que estén listos, eh. —escuchaste la voz de tu profesor, Justo en eso, se estacionó el camión que los llevaría frente a ustedes. —Ya, suban, suban

Eran aproximadamente unos 10 en tu salón, eran pocos a comparación de otras carreras, aunque bueno, suponías que a casi nadie le llamaba la atención esto de la ciencia.

Tomaste tus cosas y te subiste, buscaste un asiento mero atrás, si, digamos que tampoco tenías amigos, pues de todos tú eras la que más se apasionaba con esto, algunos se tomaban clases libres, entre otras cosas.

Apoyaste tu cabeza en la ventana, viendo los autos pasar, entre otras cosas, sentías...sentías como si estuvieras iniciando una buena vida, se sentía bonito.

[••••]

Después de unas aburridas horas, ya, finalmente habían llegado, tú junto con tus compañeros se bajaron y comenzaron a entrar.

Experimento acuático | Yoriichi Tsugikuni Donde viven las historias. Descúbrelo ahora