∆• Doble!Chip •∆

∆Capítulo 5∆ (Corto)

- Uy miren va a llorar- Hablo un niño burlonamente, de unos 10 años y altura más grande que sus amigos.

Un chico del trío se acercó hacia cierta ardilla que conocemos, pero para golpearlo una vez más. Por otra parte el de altura mediana sólo se reía por aquello.

- Llora más, perdedor- Citó él menor del grupo mientras le daba una bofetada al de nariz negra.

Él pequeño empezó a llorar más al sentir otro golpe en su rostro; no solo fue ahí, también tenía en los brazos, cara e inclusive en sus orejas. Desde que empezó a saber más de él mismo y descubrir ciertas cosas, mucha gente le ve como un bicho raro y extraño, por eso un trío le encantaba golpearlo al ser diferente a los otros chicos -ademas por el tiempo que era en ese momento-.

Su madre sabía sobre aquello, pero ni él y ni ella podrían hacer algo al respecto por las negligencias que poseía aquel colegio -si, lo a intentado sacar de esa escuela y meterlo en otra, pero eran muy pocas que aceptaban el cambio del chico y sus problemas psicológicos-.

Lo único que podía hacer era aguantar los golpes de esos tontos...

Él trío se alejó de él por ya terninar su rutina de siempre, aunque para algunos el grupo era un poco disparejo pero a ellos no les importaba. Se reían mientras se iban los tres del lugar dejando al chico en mal estado mientras se hacia una bolita en un  rincón del patio de la escuela.

Lloraba y lloraba, pero aquella voz que siempre le molestaba apareció, dejó de llorar para hablarle mejor.

Debiste dejar que yo ocupe el cuerpo, debemos atacarlos y romperles las narices.

¡No! Eso está mal.
Nada se resuelve a golpes, lo a dicho siempre mamá y tengo que hacerle caso.

¿Pero cómo estamos ahora? ¡Eh! No siempre hay que hacer caso a los padres y sólo debemos dar golpes a los cretinos.

¿Qué? No. ¡Eres muy malo!

Digas lo que digas Chip, pero tengo razón.

No, no la tienes. Debemos ser buenos y obedientes.

¡Ja! Ser aquello sólo te hace débil y ñoño.
No puedo creer que sigas lo que la gente te dice.

Chip sólo dio un chillido molestó y continuó callado en el rincón, sólo quería esperar a que el receso termine y pueda volver a sus clases. Por parte del otro no quiso perder el tiempo con hablar a alguien que piensa que con abrazos y hablar todo se resuelve.