Capítulo 16

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Sergio estaba... alarmado.

Estaba sentado en la mesa de la cocina de Max con Lance a su lado, ambos observaban a su compañero rebuscar entre los armarios, murmurando algo sobre su necesidad de beber alcohol.

Apenas pasaba el mediodía.

El chico había estado vibrando con energía nerviosa desde que se encontró con ellos en el pasillo del hospital, sus ojos estaban duros y su expresión inusualmente ilegible. Lo único que dijo sobre su visita a Nico fue:

—Le conté todo —Y había estado en silencio desde entonces, aparte de murmullos para él mismo.

Sergio se había ofrecido a hacerle algo de comer cuando regresaron a la casa, pero Max se había negado con un firme:

—No. Siéntense. Los dos — A pesar de la ira de su demonio por haberle negado la oportunidad de cuidar a su pareja, había obedecido, y Lance, para su sorpresa, solo había levantado una ceja antes de seguir su ejemplo. Otra señal de que el amigo de Sergio no estaba siendo él mismo: la obediencia no solía ser su punto fuerte.

Sergio alzó una ceja ante lo que Max finalmente sacó cuando encontró el gabinete correcto.

—¿Whisky?

—Son las cinco de la tarde en algún lugar del planeta, ¿verdad? —La voz de Max era plana.

Definitivamente algo andaba mal con la pareja de Sergio. Algo más que el hecho evidente de que su hermano había resultado herido.

—Déjame hacerte... —Sergio fue interrumpido de inmediato, Max negó con la cabeza mientras se acercaba a la mesa.

—No. Sin hacer nada. Sin cocinar. Nada de cuidar de mí en este momento. No necesito mimos. Necesito respuestas —Colocó tres vasos sobre la mesa y se sentó frente a los dos vampiros.

—El whisky es obligatorio para mí, pero opcional para ustedes dos — Max bebió su trago, girando la cabeza para mirar a Lance—. Tú. ¿Has estado acosando a mi hermano?

Lance suspiró y bebió su propio whisky, haciendo una mueca.

—Define "acosar".

—Jesucristo —Max se pasó una mano por la cara—. ¿Esto es algo como genético, entonces? ¿Algún rasgo de la familia Verstappen que nos convierta como una obsesion para vampiros?

Sergio interrumpió, no dispuesto a dejar que lo que estaba pasando con Lance hiciera que Max dudara de su propia conexión.

—No creo que puedas comparar lo de Lance...

—Nando me dijo que le prometiste un para siempre —Max lo interrumpió, mirándolo fijamente.

Él se alzó de su silla en un instante.

— ¿Qué? ¿Cuándo volviste a ver a Nando?

—Estaba en el hospital. Tuvimos una... charla.

Lance maldijo.

—Te dije que estaba intentando atraer al chico.

No necesitaba que se lo recordaran. Tuvo el breve impulso de partirle el cuello a su amigo.

—¿Cómo fue que no te diste cuenta de que ya estaba allí?—gruñó con los dientes apretados.

—Estaba distraído.

—No importa —Max agitó una mano hacia ambos con desdén, mientras le daba otro trago a su whisky—. No me lastimó. Pero me dijo que te dijera, compañero —A Sergio no le gustó el tono con el que Max dijo esa palabra—. Que espera que cumplas tus promesas. Y esa fue tu promesa, ¿verdad? ¿Tú y él, uno al lado del otro? ¿Para siempre?

El Compañero del VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora