Era de noche, paso el primer día en su nuevo hogar con Canadá fuera de casa. Inspecciono con detenimiento todos los rincones, todo estaba bien ordenado, impecable y posicionado. Se tomó el tiempo de llevar sus cajas y en su habitación permitió que todas esas ilusiones al comprar cada uno de sus adornos se complementaran con el sentimiento de compañía futura. Recibió una notificación de la irlandesa, su corazón estallo de felicidad hasta que leyó: "Quiero disfrutar la soledad, lamento no estar contigo. . . ¿Te hará compañía Canadá? Dan me puso al día. Solo cuídate ¿sí? Te quiero." Sí, una compañía fantasmal por el momento.
Canadá: Volví.— anunció con pesadez tras tirar su mochila al sofá— Los infantes tienen mucha energía.
El canadiense se sirvió un vaso de leche y abrió el paquete de cereal, los comió por separado realmente hambriento. Ucrania deslizó sus pasos hasta la cocina, se inclinó a verlo notando unos dibujos amorfos hechos con plumones en su pantalón. Una mariposa, dos corazones y un conejito le daban ese look atrevido.
Ucrania: Puff ¡Revísate el pantalón! ¡HAHAHA!
Canadá: Ahg, ni lo digas. Las prácticas son inevitables.
Ucrania: Serás psicólogo, a ver interprétame esos dibujos.— levantó una ceja retando su capacidad sin darse cuenta de que apenas unos centímetros colgaba una sartén.
Con fuerza Canadá cerro la puerta del alacena, logrando que la sartén golpee la cabeza del ucraniano, sí que disfrutó esa expresión de dolor. Su carrera no se trataba de solo interpretar dibujitos, la mente es tan entretenida como aprender un idioma o una ecuación sin resolver para quienes desean comprenderla. . .
Ucrania: He de confesar Cazador, que me intriga su interés por "la psique".— apenas bajo la mirada un segundo y al verlo de nuevo se quedó perplejo ante una mirada genuinamente sincera sobre él— ¿Es incómodo responder?
Canadá: ¿Sabías que la empatia se desarrolla desde la infancia? , se dice que es innata, si ese es el caso. . . Yo no nací con ella.
Al ver que la curiosidad del ucraniano incremento, culminó con una sonrisa. Se dirigió hacia la sala en busca de un libro mientras que Ucrania se tiró al sofá y veloz sujeto el control del televisor. De pronto sintió como el ucraniano le dedicaba una mirada, ¿lo llamaba telepáticamente?
Canadá: ¿Qué quieres?
Ucrania: Pensé que podrías ver como juego. . . Ya que te gustó los disfraces y las armas podría enseñarte un poco más, ¡no te aburrirás!— sus ojos centelleaban, como un mosquito atraído por una luz el canadiense tomo asiento.
La melodiosa voz del ucraniano explicaba a detalle y con una increíble narración todo sobre el juego. Sin duda era apasionado, su energía lo desbordaba, lo mantenía alerta. Para alguien con dificultad para comprender las emociones de la demás era útil una persona tan expresiva como él.
Ucrania: Tienes un hacha en la habitación. ¿Talas arboles?— continuaba jugando concontrado frente a la pantalla;sin embargo, le desagrada la presencia del silencio.
Canadá: Solía talar arboles, aprendí a hacerlo en un retiro hace cinco años.
Ucrania: ¿Haces eso en el club? Cuando te conoci la llevabas contigo. . . ¿Cazas con ella?— pauso su juego para estirarse y sintió un agijón sobre su espalda, ¿dijo algo mal?
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Destellos en las sombras - Canadá x Ucrania
Short StoryEn el momento en que el joven ucraniano, un enigmático guardián de secretos, llega a Canadá, su vida da un giro inesperado. Enviado por su tutor para explorar una existencia más humana y liberada, pronto se encuentra atrapado en un torbellino de emo...