Cap 6

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Las horas habían pasado y ya eran aproximadamente las 6pm, ambos habían acabado con las compras, y el Rey estaba muy feliz, México había pasado el límite, y eso le hacía creer que México estaba empezando a tomar confianza con el, cuando fuera su "Reyna" tendría todo el dinero del reino, y por lo que había visto sabía muy bien como administrarlo.

Se encontraban a la orilla de un lago, estaban en una pequeña montaña algo alejada de la ciudad principal, desde ese lugar se podía ver perfectamente todas las casitas, el castillo y demás, era el lugar favorito de aquel monarca.

/Narra USA\

No sabía a donde llevarlo, quería que fuera a un lugar especial, así que termine decidiendome por mostrarle mi lugar feliz, donde venía con mi padre a descansar del estrés del reino, solía traerme todos los viernes por la noche.

¿Qué mejor lugar? Me traía nostalgia, pero aún así me gustaba, yo mismo venía todos los viernes por la noche, solo que ahora sin su compañía.

Me recosté en cuanto llegue, mirando el cielo, solo pude ver como México se sentó, aunque no parecía del todo convencido, incluso siento que el podría estar incómodo por el silencio que se formó.

-Es un bonito lugar-Escuche y vi como sus ojos analizaban todo el lugar, algo ansioso, a la defensiva.

-Lo es, si tu fueras un lugar serias este-Cerre los ojos disfrutando el momento, esa ligera brisa de la tarde.

-¿Por qué lo dices?

-Eres bonito, traes paz, y se puede descansar en comodidad contigo....tambien fácil de lastimar, inofensivo, podría destruirlo-Sonrei, una imagen mental casi tan hermosa como el propio lugar, todo siendo consumido por el fuego.

-¿Es una especie de cumplido o amenaza?

-Es lo que tu quieras que sea.

-Amenaza será.

Suspire y negué con la cabeza.

-No seas pesimista...ya veras que al final lo vas a adorar-Lo último lo susurre para mi más que nada, seguro de que no lo escucharía y como lo pensé no lo escucho.

-¿Me estas diciendo que me podrías matar y quieres que no sea pesimista?

-También te dije bonito, pacifico, que eres alguien seguro, pero solo miras lo malo!-Replique, sin moverme o abrir los ojos, todo se sentía el doble cuando no puedes verlo, era tan perfecto.

/Narra el narrador\

El sacerdote no dijo nada, pero en su interior le dio la razón, talvez solo estaba mirando lo malo, le había dicho bastantes cumplidos. El sacerdote se acomodo en el pasto y se recostó tal como el monarca, aunque seguía sin sentirse del todo cómodo, hasta que respiro, profundamente y saco todo, para concentrarse en ese presente, no estaba pasando nada malo, podía deshacerse de todas las cargas.

Así estuvieron por unos 15 minutos hasta que el monarca se levantó, ante esto el sacerdote abrió los ojos.

-¿Qué sucede?

-Ya es de noche, y de aquí se ve completamente precioso, solo me gusta ver el pueblo cuando ya esta oscuro.

El sacerdote miró al pueblo y tal como lo decía el monarca, se miraba hermoso con todo el brillo, podía ver a niños corriendo y jugando, además de que el reino ya brillaba por si solo, más toda esa luz, no había como explicarlo. El monarca dejó de ver el pueblo y empezó a ver el cielo, con todas esas estrellas le encantaba, sentia que era parte de ellas.

-¿Conoces las constelaciónes?

Dijo el sacerdote al ver como miraba el cielo con tanto cariño, esperando tener algo en común.

Heads or tails?   (USAMEX) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora