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El verano transcurrió con una brecha cada vez más amplia entre los hermanos Black. Sirius, atormentado por la decepción de su madre y la indiferencia de Regulus, se alejó aún más de su hermano menor, sumergiéndose en su amistad con James, Remus y Peter para encontrar consuelo y apoyo.

Por otro lado, Regulus, inflado por el elogio de Walburga y su creciente ego, ya no veía la necesidad de buscar la aprobación de su hermano mayor. Se sumergió en su vida en Slytherin, rodeándose de compañeros de casa como Barty Crouch Jr. y Evan Rosier, y comenzó a distanciarse de Sirius y su grupo de amigos de Gryffindor.

Al regresar a Hogwarts para otro año escolar, Regulus, Barty y Evan se vieron cada vez más asociados con el grupo de Severus Snape y Lucius Malfoy, dos estudiantes de Slytherin conocidos por sus inclinaciones hacia la magia oscura y su lealtad a las creencias puristas de sangre.

Sirius, al enterarse de la compañía que su hermano menor estaba manteniendo, sintió una profunda preocupación. Sabía de las influencias tóxicas que Severus y Lucius podrían ejercer sobre Regulus, y temía por el camino que su hermano menor estaba siguiendo.

Sin embargo, sus intentos de acercarse a Regulus y advertirle sobre los peligros de sus nuevas amistades cayeron en oídos sordos. Regulus, envuelto en su orgullo y su deseo de destacar en Slytherin, rechazó los consejos de Sirius, dejándolo sintiéndose impotente y desesperado por encontrar una manera de proteger a su hermano menor de las fuerzas oscuras que se cernían sobre ellos.

Mientras tanto, el destino de los hermanos Black se acercaba a un punto crítico, donde las decisiones que tomarían tendrían el poder de moldear sus destinos de formas que ni siquiera podían imaginar.

La preocupación por Sirius pesaba en el corazón de James Potter mientras observaba cómo su amigo se alejaba cada vez más de su hermano menor, Regulus. Decidido a ayudar a Sirius y a mantener unidos a los amigos, James decidió acercarse a Regulus en busca de respuestas.

Un día, después de clases, James encontró a Regulus solo en uno de los pasillos del castillo. Con paso decidido, se acercó al joven Black, determinado a entender lo que estaba sucediendo entre él y Sirius.

"Regulus, ¿puedo hablar contigo un momento?" preguntó James con amabilidad, buscando establecer un diálogo con el hermano menor de su amigo.

Regulus miró a James con cautela, pero asintió con la cabeza, dispuesto a escuchar lo que tenía que decir.

"Estoy preocupado por Sirius", comenzó James con sinceridad. "Parece que ha habido una distancia entre ustedes últimamente, y me pregunto si hay algo que pueda hacer para ayudar."

Regulus suspiró, sintiendo la tensión en sus hombros mientras consideraba las palabras de James. Finalmente, decidió abrirse un poco, compartiendo sus propias preocupaciones y frustraciones.

"Sirius y yo ya no somos lo que solíamos ser", admitió Regulus con tristeza. "Él ha elegido alejarse de mí, y ya no siento que pueda confiar en él como antes."

James asintió comprensivamente, reconociendo la profundidad del conflicto entre los hermanos Black. Sin embargo, en lugar de alejarse, decidió ofrecer su amistad a Regulus, extendiendo una mano de apoyo en medio de la tormenta.

"Regulus, entiendo que las cosas no son fáciles entre tú y Sirius en este momento", dijo James con calma. "Pero quiero que sepas que siempre puedes contar conmigo. Si alguna vez necesitas hablar o simplemente un amigo en quien confiar, estoy aquí para ti."

Regulus miró a James con sorpresa, sintiendo una chispa de gratitud y esperanza encenderse dentro de él. Aunque había perdido la conexión con su hermano mayor, ahora sabía que no estaba solo en el mundo, y que había alguien dispuesto a ofrecerle una mano amiga en su momento de necesidad.

El mundo de la magia oscura comenzó a llamar la atención de Regulus Black, seduciéndolo con promesas de poder y prestigio. Inspirado por las influencias de sus nuevos amigos en Slytherin, así como por el elogio de su madre y su creciente ego, Regulus se sumergió en el estudio de las artes más oscuros de la magia, ansioso por demostrar su valía y destacarse entre sus compañeros.

Con el tiempo, la ambición de Regulus comenzó a eclipsar su sentido de la moralidad y el juicio. Se dejó llevar por la promesa de grandeza y se embarcó en un camino peligroso que lo llevó cada vez más lejos de la luz y hacia las sombras de la magia oscura.

Mientras tanto, Sirius observaba con creciente preocupación los cambios en su hermano menor. Las señales de su involucramiento en la magia oscura eran evidentes, y Sirius sabía que debía hacer algo para detener la peligrosa espiral en la que Regulus estaba cayendo.

Un día, en la Sala Común de Gryffindor, Sirius se acercó a Remus Lupin con el corazón lleno de preocupación. Con voz temblorosa, compartió sus temores sobre el camino que Regulus había elegido y la influencia corruptora que estaba ejerciendo sobre él.

"Remus, estoy preocupado por Regulus", comenzó Sirius, su voz cargada de angustia. "Está entrando en un mundo peligroso, uno del que no hay retorno. No sé qué hacer para detenerlo."

Remus escuchó atentamente las palabras de su amigo, sintiendo una mezcla de compasión y preocupación por la situación de los hermanos Black. Sabía que Sirius estaba desesperado por encontrar una solución, pero también entendía lo complicado que sería detener a Regulus una vez que estuviera atrapado en la espiral de la magia oscura.

"Sirius, entiendo tu preocupación", respondió Remus con calma. "Pero debes recordar que solo podemos hacer tanto para ayudar a alguien que no quiere ser ayudado. Lo mejor que podemos hacer es estar aquí para Regulus si alguna vez decide buscar nuestra ayuda."

Sirius asintió con tristeza, sabiendo que tenía razón. Aunque deseaba desesperadamente salvar a su hermano menor de un destino oscuro y cruel, también entendía que la decisión de cambiar debía venir de Regulus mismo.

Con el corazón lleno de preocupación y determinación, Sirius se preparó para enfrentar los desafíos que el futuro tenía reservados, esperando que algún día Regulus encontrara el camino de regreso a la luz antes de que fuera demasiado tarde.

Sirius se armó de valentía y determinación mientras se dirigía hacia Regulus, con la esperanza de poder hablar con él y ayudarlo a salir del oscuro camino en el que se estaba adentrando. Sin embargo, lo que recibió fue un duro golpe que dejó su corazón hecho pedazos.

"Regulus, necesito hablar contigo", dijo Sirius, tratando de ocultar su angustia mientras enfrentaba a su hermano menor.

Regulus levantó la mirada, su rostro impasible y frío. "¿Qué quieres, Sirius?" respondió con indiferencia.

"Estoy preocupado por ti", comenzó Sirius, luchando por encontrar las palabras adecuadas. "He visto cómo te has estado alejando de mí y de todo lo que alguna vez significamos para ti. Estás entrando en un mundo peligroso, Regulus, y me preocupa lo que pueda sucederte."

Regulus soltó una risa despectiva. "¿Preocupado por mí? ¿Ahora tú estás preocupado por mí, después de todo lo que has hecho? Ya no eres mi hermano, Sirius. Barty y Evan son más hermanos para mí que tú."

Las palabras de Regulus golpearon a Sirius como un puñal en el corazón. Se quedó sin aliento, sin poder procesar el dolor y la traición que sentía. Había esperado poder salvar a su hermano menor, pero en cambio, había recibido un rechazo cruel y despiadado.

Sin decir una palabra más, Sirius se dio la vuelta y se alejó, sintiendo el peso abrumador de la soledad y la desesperanza aplastándolo. Había perdido a su hermano, a su familia, y no sabía cómo seguir adelante.

Mientras caminaba por los pasillos de Hogwarts, el dolor y la tristeza lo envolvían, pero también una determinación renovada. Aunque Regulus lo había rechazado, Sirius sabía que no podía rendirse. Debía seguir luchando por su hermano, incluso si eso significaba enfrentarse a él solo en el oscuro abismo en el que se había sumergido.

black brothers (jegulus y wolfstar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora