Capítulo tres

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"Cristian, Brian, ustedes entrenan juntos hoy." Indicó Jardiné

"¿Cómo? ¿Por?" Preguntó el mayor.

"Quiero que arreglen sus problemas al cien por ciento."

Ambos suspiraron y no les quedó de otra que comenzar a entrenar juntos.
Brian veía a Kevin y Fidalgo entrenar juntos, él debería estar con ellos.

"Ya ves, no puedo entrenar con los que si me caen bien por culpa de tus boludeces."

"¿Yo qué vergas? Tú y tus mamadas infantiles."
Dijo mientras se hincaba a poner sus manos sobre los pies de Brian, ayudándolo con las abdominales.

"Ya, ya, dejá." Seguía levantándose en el ejercicio, llevando su cuerpo completo enfrente, topando su cara con la de Cristian.

"Pues ya, güey." Terminó la serie de Brian y siguió la de Calderón, comenzando a hacer lo mismo, tratando de ser lo más rápido posible.

El entrenamiento fue una tortura para ambos, tanto Brian como Cristian estaban agotados, física y mentalmente, las micro peleas que habían tenido durante las casi tres horas fueron una más estúpida que la otra.
A Cristian ya le dolía la cabeza de tanto rodar los ojos a las cosas que el menor le decía y a Brian ya le dolían los labios de tanto morderlos.

Estaban practicando pases, cuando Cristian le pega fuerte al balón, provocando un efecto que hace que éste golpee duramente el estómago de Brian, sacándole el aire.
Brian se tumbó al pasto, agarrando su estómago y poniéndose en posición fetal.

"Ay ya, cabrón, no seas exagerado." Dijo rodando los ojos y tendiéndole una mano a Brian.

"¿Cómo que exagerado? Me acabas de sacar el aire, pelotudo." Respondió enojado y golpeando la mano extendida de Cristian.

"Hey, relájense." Ordenó un miembro del cuerpo técnico.

Brian se paró solo y siguieron con los pases, esta vez siendo más intencionados para lastimar al mayor, cosa que no logró.

Al fin la tortura del entrenamiento terminó, Cristian se despidió de todos y se fue directo a su casa, en cambio, Brian se quedó a bañarse aún.

"Ay dios, que pelotudo de mierda." Dijo tapándose la cara y caminando hacia las duchas.

"Ya güey, te vas a arrugar de tanto coraje que le traes al Chicote." Dijo Kevin, ya harto de las peleas de esos dos.

"No le tengo coraje, nomás lo odio. Aparte ¿viste cómo me golpeó con el balón? Lo hizo re a propósito." Caminaba con enojo.

"Ah bueno, eso tiene más sentido." Kevin trataba de tranquilizar a su amigo.

"Tengo una re bronca encima, hermano."

"Ay ya, güey." Giró los ojos.

"No, en serio..." Brian siguió hablando pero Kevin decidió no escuchar más.

Salieron de bañarse y mientras se cambiaban aún el tema de conversación era Cristian.

"Ya, cabrón, ya. Mejor di que estás enamorado de él. Me tienes cansado de tanto hablar de él desde que llegó." Kevin explotó, no se le conoce por su paciencia.

"Ah, bueno." Indignado, se terminó de cambiar y salió directo a su carro, siendo seguido por Álvarez.

"Güey, perdón. Pero neta, siempre estás hablando de él." Trató de calmar la situación.

"¿Y? Me cae mal y ya." Se subió a su carro y dejó a Kevin ahí.

En realidad a Brian no le gustaba estar en su casa. Siempre estaba solo, a excepción de los días en los que iba la señora de la limpieza.
Pero normalmente estaba solo, comía solo, dormía solo. Todo solo.
Por eso siempre trataba de estar con Kevin, aunque debido a su enojo injustificado, ahora no le quiere hablar.

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