like real people do x too sweet

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Palabras: 511

Descripción: No se me ocurre una descripción, pero me está gustando mucho Hozier y decidí cruzar dos canciones hasta que esto salió así que léanlo jiji.

N/A: No he actualizado mucho pq había estado escribiendo otro shot antes de este que no he podido terminar!!! No es largo (según yo) pero no me convence mi escritura pq siento que no transmite lo que quiero que transmita. Para relajarme quise escribir este que si es cortito y lindo.

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Recuerda haber servido un poco de whisky en el vaso cuando la puerta se abrió. Trabajaba hasta tarde y la lluvia no había parado su curso desde que llegó por la mañana al despacho, por eso le tomaba por sorpresa el hecho de que el sol pudiese ser visto por la noche, en medio de la soledad y los papeleos de un caso que se lo estaba comiendo vivo.

Recuerda que discutieron, rebuscaron, se hicieron malas caras y finalmente lograron ponerse de acuerdo. Todo aquello mientras paseaban de pie por delante de las estanterías e intercambiaban lugares en las sillas del escritorio, haciéndolos llegar eventualmente al sofá, donde por cada lágrima de cielo que golpeaba la ventana, el desliz de sus piernas los acercaba.

Recuerda que el primer toque fue entre sus rodillas, pero no se inmutaron. Seguido a ello sus manos se encontraron un par de veces y ahí uno de los dos corazones se transportó a los días de escuela con amores inocentes. Era un desastre. La poca concentración y la proximidad entre ceja y ceja estaban enlistados en la tortura. El alcohol ardiente descendiendo por su garganta, parte de la estética entre el oliva y marrón de las paredes junto al hombre a un lado suyo intentando trabajar, también.

Recuerda que había cedido antes de poder darse cuenta de ello y la simple idea de permitir a alguien adentrarse en su cabeza lo estaba destruyendo. Siempre fue así. Caótico, casi como el fin de los tiempos. Por eso era cortante y le daba la vuelta cuando lo veía demasiado cerca. Había ansiedad recorriendo por cada nervio que hormigueaba sus dedos. No podía ser verdad.

Recuerda también que no era el único que se sentía así en aquella pequeña oficina que albergaba memorias y pensamientos que no conocerían nunca la verdad. Predisponerse al mal era la especialidad de sus áreas que los estaba llevando a la ruina en la vida real. No todo eran tragedias e historias inconclusas o con finales desgarradores, por supuesto que no, pero no conocían otra respuesta luego de tanto terror.

Recuerda que ambos no dijeron nada y solo asintieron antes de permitirse la intimidad de un beso, con la única intención de entenderse. Querían adaptarse a la sensación del infinito asentado en sus cuerpos al verse mutuamente. Dar una explicación a las gotas de lluvia que escurrían de sus pechos hasta hacerlos derretir. Mover sus labios rítmicamente, como si simplemente estuvieran en medio de una de las tantas conversaciones que compartían a diario.

Recuerda que ambos querían probar más de aquel miedo que los alejaba.

Y cuando sus respiraciones no soportaban un minuto más sin descansar, recuerda que sus narices se rozaban y sus alientos aún bailaban el uno sobre el otro. Estaban tan cerca que podían sentirse sonreír.

—Así es como la gente real lo hace, supongo.

Rafael Barba recuerdo que rodó los ojos y se apartó.

—Eres demasiado dulce para mí.

Dominick Carisi recuerda que volvió la vista a los documentos delante suyo.

—¿Ahora qué?

—Qué pase lo que tenga que pasar.

One-Shots Barisi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora