Deep Red (( Bakugo Katsuki x OC x Todoroki Shoto )) 🔞

Love Flies

Siento que el amor vuela.

La ilusión me atrae
¿Cambiamos de amor al final?

A la derecha del alma, a la izquierda de la vida, muéstrame el camino.

Los días fueron horrendos. Se paró en la puerta del cuarto de Ochako contemplando la habitación vacía, soltó un suspiro, le hacía tanta falta.

—¿Ya decidiste si regresarás a casa de tus tíos?— Mina dejó una caja con sus cosas en el suelo.

Ai negó con la cabeza —No lo sé, no quiero molestarlos... ¿Quieres que te ayude?

—Por favor— entró de vuelta a su dormitorio para sacar esta vez un par de maletas.

—No sabía que te mudarías el día de hoy.

—Hagakure y yo rentamos un departamento aquí cerca— explicó —Nos mudaremos ahora porque no queremos ser de las últimas. Ya sabes, ahora solo vas a quedar tú y Yaomomo.

Soltó un suspiro de incomodidad, Kyoka regresó con sus padres hace un par de semanas al igual que Uraraka, Tsuyu se acababa de mudar un día anterior, ahora Hagakure y Mina se marchaban —Necesito mudarme rápido.

—Eso, o que Todoroki-kun se mudé. Sabes que ella no se irá hasta que él o tú se vayan— trono la lengua, la verdad es que Momo resultó mucho más intensa de lo que alguna vez fue Ai con Shoto.

Recogió las cajas para ayudar a su amiga —La mayoría de los chicos también se han mudado.

—Si, esta mañana estuvo aquí el camión de mudanzas, Kaminari y Kirishima se llevaron sus cosas a lo que denominaron «Guarida de solteros»— rodó los ojos, ese maldito pelirrojo se atrevía a ponerla celosa.

—Ya veo... solo quedamos los que no tenemos a dónde ir.

Ashido alzó la ceja, más bien quedaban los que no querían dejarla sola —Sé que mañana es el cumpleaños de Bakugo-kun, después de clases reunámonos para compartir un pastel.

—¿Crees que acepte?

—El primer año hizo un berrinche pero al final comió pastel, el segundo año no opuso tanta resistencia y este año accederá si tú se lo pides.

—Bien— ambas salieron, ya todo se encontraba acomodado encima de la camioneta, le entregó la caja a un hombre de mudanzas.

—¡Nos vemos mañana!— se despidió agitando la mano para marcharse.

Regreso adentro casi arrastrándose... lo dicho; los días eran horrendos.